“Tránsfuga”, es una palabra que el diccionario de la Real Academia Española (RAE), define como una “Persona que abandona una organización política, empresarial o de otro género, para pasarse a otra generalmente contraria” y por esto el exkirchnerista Martín Lousteau, hoy senador de la Unión Cívica Radical (UCR), entra en esa calificación de “transfuguismo” político.
Lousteau fue un fiel funcionario de Cristina Kirchner, ocupando el cargo de ministro de Economía (10 de diciembre de 2007-24 de abril de 2008) durante el mandato de la expresidenta.
Fue tan nefasta se gestión que todavía se recuerda la Resolución 125, creada por Martín Lousteau en 2008 durante la presidencia de Cristina Kirchner, que generó una de las peores crisis políticas y económicas de la Argentina.
Esa resolución buscaba la aplicación de un sistema erróneo de retenciones móviles a la soja y entonces la Federación Agraria Argentina (FAA), Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) se opusieron firmemente y al final el invento de Lousteau, cayó.
De kirchnerista y presunto opositor del kirchnerismo, ha vuelto a las fuentes
Lousteau, cambió entonces de partido político, fue candidato a jefe municipal de la Ciudad de Buenos Aires por la UCR, pero perdió por amplio margen y consiguió entrar en el Senado y de crítico al kirchnerismo ahora vuelve a aliarse con sus antiguos compañeros kirchneristas, que lo votaron para presidir la bicameral de Inteligencia del Senado.
Con eterna cara de malhumorado, algo que le caracteriza y no le permite agradar a muchos de los votantes del radicalismo, es para muchos militantes de la UCR, un caballo de Troya que se infiltró en sus filas.
Según informa TN, tras haber realizado acuerdos con el kirchnerismo, el senador Martín Lousteau, de la Unión Cívica Radical (UCR), logró ganar la presidencia en una comisión clave para el Gobierno, que impulsaba a Edgardo Kueider (Unidad Federal) como su candidato favorito para ese puesto. El organismo que dirigirá el senador radical es el único que puede auditar los gastos de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).
Desde luego que Lousteau pondrá palos en la rueda del Gobierno de Milei, porque el ego del senador, presuntamente reconvertido en radical, es más fuerte que las necesidades de los ciudadanos.