En una declaración contundente emitida el viernes, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció la expulsión de alrededor de 1,500 reclusos extranjeros, en su mayoría provenientes de Colombia, Perú y Venezuela. Esta medida forma parte de la estrategia gubernamental para contrarrestar el crecimiento de la violencia asociada al narcotráfico y las actividades delictivas de bandas criminales en el país.
Durante una rueda de prensa celebrada en Guayaquil (suroeste), el presidente Noboa destacó la importancia de esta decisión, señalando que aquellos con sentencias ejecutoriadas de cinco años o más serán expulsados de Ecuador. “Son aproximadamente 1,500 personas que vinieron a este país a delinquir, y no estamos hablando de delitos sencillos, sino de delitos graves”, afirmó el mandatario.
Según el censo penitenciario de 2022, Ecuador alberga a 3,245 reclusos de nacionalidad extranjera, lo que representa el 10% de la población carcelaria total de 31,321 personas. De estos, 2,900 son hombres.
El presidente Noboa anunció que la Cancillería ecuatoriana ya está en contacto con sus homólogos de Perú, Colombia y Venezuela, ya que más del 80% de los reclusos afectados provienen de estos países. Aunque no se proporcionaron detalles específicos sobre la implementación de la medida, el mandatario enfatizó que estas personas “van a salir de este país”.
Adicionalmente, el presidente Noboa adelantó que está trabajando en la elaboración de una consulta popular que incluirá hasta 14 preguntas. Este referéndum abordará temas cruciales como el ámbito de acción de las fuerzas armadas, una reforma al sistema judicial y cuestiones relacionadas con el empleo en el país.
La medida de expulsión de reclusos extranjeros se presenta como una acción decisiva en la lucha contra el crimen organizado y busca fortalecer la seguridad nacional de Ecuador. El gobierno continuará tomando medidas enérgicas para abordar las crecientes amenazas asociadas al narcotráfico y las actividades delictivas transfronterizas.
