Raúl Vallarino.-
Voy a hacer público este mensaje a mi querido amigo el senador Carlos Daniel Camy en un momento de la vida en donde todo parece difícil, pero no dudo que lo va a superar y pronto quedará solo como un recuerdo.
Te conozco como un batallador en las horas más bravas. Nunca claudicaste y menos lo vas a hacer ahora, por tu gran temperamento, tus valores y la hidalguía que siempre demostraste.
Tu fortaleza es notoria, no la vengo a descubrir ahora con estas líneas. El Guapo sabía quién eras y por eso confiaba en vos.
Esta prueba de hoy la vas a ganar no tengo ninguna duda, porque en tu vida no existe otra idea que la de derrotar a las adversidades. Ya lo hiciste en mil batallas políticas de las que he sido testigo.
Este mal trago, momentáneo, pronto será superado y muy rápidamente estarás combatiendo de nuevo en la cancha, como lo has venido haciendo desde que elegiste este camino donde la generosidad ha sido tu impronta.
Tenés una misión a cumplir, Jorge te dejó ese encargo y lo vas a hacer.
No vas a aflojar, ni necesitás una orden para seguir defendiendo los valores que traes de toda la vida y con esa hermosa familia que te acompaña y te apoya, nada va a salir mal.
La grandeza de los hombres se mide por sus acciones y vos ya lo demostraste ocupándote de quien más lo necesitaba.
John Ruskin, crítico y escritor británico dijo “La grandeza no se enseña ni se adquiere: es la expresión del espíritu de un hombre hecho por Dios”.
Querido Cabeza: Dios y la Virgen, están a tu lado… Te queda mucho por hacer…













