Lo que no tuvo el Festival de Cine Europeo de Sevilla 2012

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Si bien la novena edición de este festival generó una inusitada expectativa, más allá de la programación, debido al debut del nuevo director del festival, José Luis Cienfuegos, la misma no estuvo justificada, ya que nadie podía esperar milagros con un director recién llegado que primero debía conocer los entretelones de la muestra para buscar los cambios que jerarquizaran el festival.
Luego de finalizada esta edición son muchas las cosas que quedaron en el debe de lo que pudo corregirse y no se logró.
Entre los errores se pueden contar, como señala la crítica especializada sobre la programación de películas donde ha habido títulos repetidos a la misma hora en distintas salas (restando opciones al espectador) frente a la determinación de proyectar, en un único pase, algunas películas merecedoras de más sesiones, como el ciclo dedicado a García Pelayo. Además, en una decisión a todas luces absurda, sus películas no se han programado por orden cronológico, quizás en un intento de «deconstruir» su filmografía.
Por otro lado el diario ABC, señala que “Jamás en ninguna edición anterior había habido tantos incidentes técnicos en las proyecciones, para desesperación de público, jurado, prensa y, lo que es peor, los propios autores. Las proyecciones de dos películas andaluzas, «Rocío y José» de García Pelayo y «A puerta cerrada» de Xavi Puebla son dos buenas muestras de lo dicho”.
La prensa también se queja que el cine andaluz ha sido el gran marginado en esta edición, ya que se entiende que “la pésima elección del Teatro Alameda, una sala no habilitada como cine, para presentar las principales producciones andaluzas, en lugar del Lope de Vega; injustificables olvidos de efemérides como el 15 aniversario de la muerte del prestigioso director de fotografía sevillano Teo Escamilla o el centenario de «Asesinato y entierro de D. José Canalejas», un título decisivo en la historia del cine español y dirigida por el andaluz Adelardo Fernández Arias”.
También resultó polémico el hecho de recurrir a prestigiosos expertos de fuera para que fueran a hablar de cine andaluz, algo impensable en Sitges o San Sebastián, para desprecio de no menos destacados historiadores, teóricos y críticos de cine andaluces.
En fin, habrá que esperar al próximo año para ver si se eleva la apuesta.