Por Paco Tilla.-
El ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, (a) “Manos de tijera”, va pasando la gorra para seguir mendigando dólares, en un intento de salvar lo insalvable, el desastre económico de su país en medio de una crisis, provocada por el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Este sujeto, en su soberbia desmedida, llegó a decir “Yo creo que Uruguay es uno de los hermanos menores del Mercosur, y Brasil y la Argentina tienen la responsabilidad de cuidarlo”. Claro que ningún país quiere tener de “hermano mayor” a quien no puede cuidarse a si mismo, como es el caso de Argentina.
Más de 18 millones de argentinos bajo la línea de pobreza, casi cinco millones en la indigencia, más una inflación monstruosa del 104,3% interanual y un dólar blue que llegó a $ 474. Y Massa habla de cuidar a los demás.
Así le va al “hermano mayor” en términos comparativos de la inflación

Tal es la desesperación de este sujeto, que no dudó en meter mano en los ahorros de los jubilados argentinos. Sergio Massa quitó de los organismos públicos las tenencias de bonos en dólares, según dicen para reducir la volatilidad cambiaria y entre ellos los de las clases pasivas que están en la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses)
Massa aseguraba en 2017 durante el gobierno de Mauricio Macri, que el dinero de los jubilados era intocable y declaraba públicamente, “Con la plata de los jubilados no se hacen negocios” y agregaba, “El Gobierno (de Macri) no puede utilizar la plata del ANSES para hacer negocios y emitir deuda como lo viene haciendo”.
Massa en la casa del “hermano menor”
Sergio Massa, visitará Montevideo este jueves para firmar un nuevo préstamo con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), cuya sede central se encuentra en la Ciudad Vieja, de la capital uruguaya.
Massa va firmar un desembolso de US$ 540 millones que la CAF le daría a Argentina el 30 de junio, según supo El País con fuentes cercanas al ministro de Economía argentino.
Como no tiene vergüenza, el “hermano mayor”, se humilla y se arrastra. Eso si, ni disfrazado pasará desapercibido.
No conforme con viajar un día si y otro también a EEUU a pedir más ayudas del FMI, ahora salió a manguear guita por el barrio.