En otra de sus jocosas intervenciones, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, ha vuelto a decir disparates. Ahora dice que comparte con el mandatario electo de Brasil, Lula da Silva, el rechazo al expansionismo de la OTAN y la política “intervencionista” de EEUU. Agregó que con Lula se va a reactivar la Unión de Naciones Suramericanas y permitirá el ingreso de Bolivia al Mercosur.
En su desvarío, Morales consideró que “Lula garantiza la liberación de los pueblos de Sudamérica”, dijo el expresidente boliviano que en la “Primera Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y la Madre Tierra”, aseguró que “El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres”.
Para conocimiento de Evo, el presidente electo de Brasil, antes de salir a salvar a la región, primero tiene demostrar su inocencia sobre los casos de corrupción de los que está acusado, porque la anulación de sus sentencias, fue por tecnicismos y no por ser inocente. En el futuro volverá a ser juzgado.
Además sobre la fenecida y sepultada Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), un organismo reconocido por su inutilidad y que fue abandonado por la mayoría de los países que la integraban y con esto será imposible que vuelva a funcionar.
Morales cree que la Unasur y el Mercosur, integrado Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, deben actuar juntos para “garantizar la liberación política y económica de la región”.
Sueña Evo, pero eso si, en caso de reunirse para intentar “resucitar” al muerto, en el menú del almuerzo estará prohibido el consumo de pollo.












