Jorge Bergoglio, que funge como Papa, llamó a la vicepresienta argentina para solidarizarse por el “ataque” del que fue objeto cuyas verdaderas intenciones investiga la Justicia de ese país.
Pero Francisco sigue sin alzar su voz para defender a sus sacerdotes y obispos encarcelados ilegalmente en Nicaragua, por el “delito” de defender al pueblo avasallado por el régimen brutal de Daniel Ortega.
Tan solo palabras inócuas sobre el acoso a la Iglesia Católica: “Sigo con preocupación y dolor la situación de Nicaragua. Quisiera expresar mi convicción y mi esperanza de que, a través de un diálogo abierto y sincero, se puedan seguir encontrando las bases para una convivencia respetuosa y pacífica. #Recemosjuntos”, escribió el pontífice en Twitter, pero no exigió la liberación los sacerdotes.
El papa Francisco envío un telegrama este viernes a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, su compatriota, expresándole su solidaridad y cercanía, después del intento de asesinato de la funcionaria, informó la oficina de prensa de la Santa Sede.
“Habiendo recibido la preocupante noticia del atentado que vuestra excelencia sufrió en la tarde de ayer (jueves), deseo expresarle mi solidaridad y cercanía en este delicado momento”, indica el comunicado.
El papa Francisco aseguró rezar “para que en la querida Argentina prevalezcan siempre la armonía social y el respeto de los calores democráticos, contra todo tipo de violencia y agresión”.
