Líderes políticos y ciudadanos venezolanos, que se han enfrentado a la dictadura chavista y viven asilados en Colombia, han manifestado su temor de que serán perseguidos por el próximo gobierno del izquierdista Gustavo Petro, un ex terrorista del grupo guerrillero M19, afín al régimen de Maduro.
El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, ya manifestó que retomará las relaciones diplomáticas Maduro y los venezolanos que encontraron refugio en tierras colombianas, escapando del acoso del chavismo, temen ser espiados y algo peor, ser entregados a Venezuela, sin ninguna defensa.
Según informa la cadena Bloomberg de EEUU, activistas, líderes de partidos, ex oficiales y desertores militares de Venezuela, están haciendo el movimiento, según siete personas con conocimiento de los planes. Temen ser acosados, espiados o incluso secuestrados. Petro asume el cargo en un mes, reemplazando al conservador Iván Duque, un abierto opositor de Nicolás Maduro.
“Me siento muy inseguro en Colombia en este momento”, dijo en una entrevista Pablo Parada, de 32 años, exlíder estudiantil y preso político. “Los vínculos de Maduro con el presidente entrante no son un secreto. Estamos seguros que el gobierno de Venezuela querrá la entrega de miembros de la resistencia y militares. Somos una amenaza”, dijo a Bloomberg.
La preocupación es en los niveles precarios de los refugiados, que no tendrían los recursos necesarios para buscar asilo en otros países. Las altas figuras políticas opositoras, como Julio Borges, que vive en Colombia y tiene pedido de captura en Venezuela, podría elegir Miami, Washington o Madrid, para vivir. También, entre otros, está el caso de Carlos Paparoni , exlegislador opositor venezolano que encabezó varias investigaciones sobre corrupción y crimen organizado vinculado al régimen de Maduro.