“Servirse de un cargo público para enriquecimiento personal resulta no ya inmoral, sino criminal y abominable” – CICERÓN.-
Un país al borde del colapso por la ineptitud de sus gobernantes. Alberto Fernández y Cristina Kirchner, enfrascados en una guerra interna feroz, son los protagonistas del fracaso de sus políticas donde acaparar más espacios de poder y el control del dinero del Estado, es el principal objetivo de la vicepresidenta, que quiere que esas millonarias sumas sean administradas por su séquito de obsecuentes kirchneristas con cargos en el gobierno, para darle los destinos que ella estime convenientes, son parte del conflicto que enfrenta a los dos mandatarios.
Cristina nunca le perdonó a Alberto que no cumpliera con el acuerdo por el cual ella lo puso al frente de la fórmula presidencial. El pacto era que de llegar al gobierno, Fernández se encargaría de hacer desaparecer las causas judiciales por las cuales están imputados la vicepresidenta y sus dos hijos, Máximo y Florencia. Los tres por casos de corrupción.
A todo lo anterior se ha sumado el mal manejo de la economía, que ninguno de los dos supo conducir. Porque la culpa es de ambos, no de uno sólo. Son la misma cosa, aunque Cristina Kirchner, que siempre ordenó todo y se impuso, esta vez, aún a costa de desangrar a los argentinos, le soltó la mano y pasó a ser opositora de su propio gobierno. Lo importante era lograr sus fines, porque el drama de los ciudadanos que no pueden llegar a fin de mes, no le quita el sueño.
El 37,2% de la población -unas 17,4 millones de personas- es considerada pobre en Argentina y el 8,2% vive en condiciones de indigencia, según datos oficiales, pero eso a la millonaria vicepresidenta, poco y nada le importa, porque cada día es más rica. Cristina Kirchner percibe 2.5 millones de pesos mensuales de dos pensiones: una por sus dos períodos como presidenta y otra que recibe como viuda del expresidente Néstor Kirchner. A esa suma mensual, deben agregarse unos 120 millones de pesos en concepto de retroactivos que están exentos del Impuesto a las Ganancias. Además de sus cuentas bancarias.
Entonces la guerra interna va por otro lado, el dominio del poder y el manejo del dinero del Estado. El pueblo puede esperar.
Hoy la oposición ha salido con un duro comunicado ante la crisis interna del Gobierno, donde exige “Cesen las peleas internas”. Luego de la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán, un hecho que demuestra quien manda en Argentina, la coalición opositora, Juntos por el Cambio, le ha exigido al kirchnerista Frente de Todos “la máxima responsabilidad institucional y seriedad democrática, el cese en las peleas internas y poner todo el esfuerzo en resolver los problemas de los argentinos”.
Dentro de lo trágico, el humor…
Un “meme” sintetiza claramente lo que ocurre en Argentina…