Los integrantes de la cúpula de ultrakirchneristas quieren una nueva candidatura de Cristina Kirchner para 2023: la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, la devaluada Hebe de Bonafini; el diputado Leopoldo Moreau; y el gremialista Walter Correa, entre otros.
Son enemigos del propio gobierno que hoy integran. Hebe de Bonafini habló el pasado sábado de la actualidad política y dijo que Cristina Kirchner debería ser presidenta “vitalicia” y a la vez criticó al ministro de Economía peronista, Martín Guzmán, en una actitud que muchos consideran golpista.
“Guzmán es un descarado, es un hijo de buena madre… la verdad, a veces me da ganas de tenerlo cerca para trompearlo. Nos mienten el Presidente y él, los dos nos mienten. Nos están poniendo la soga en el cogote, va a aumentar todo y no vamos a tener sueldo para vivir”, dijo Bonafini, la supuesta defensora de los derechos humanos.
Hoy, Cristina Kirchner está condenada por distintos hechos de corrupción ocurridos bajos sus dos gobiernos. Entre ellos “Corrupción en la obra pública”, donde está acusada de haber sido jefa de una asociación ilícita que defraudó al Estado al direccionar obra pública al empresario Lázaro Báez. También hay otras causas penales que la involucran a ella y a sus dos hijos, Máximo y Florencia.
Por otro lado, la Cámara Civil de Argentina ratificó este viernes el rechazo de la demanda que había interpuesto la actual vicepresidente Cristina Kirchner en 2016, contra el periodista Eduardo Feinmann por sus expresiones en un programa de televisión donde Feinmann había calificado a la ex mandataria de “coimera” y “cretina”.
La Cámara Civil sentencia que “no se ha acreditado la intención de agraviar, ni tampoco la total despreocupación por parte del periodista de afectar con sus comentarios la reputación de la reclamante”.
Cristina Kirchner se consideró agraviada y aseveró en su denuncia que el periodista había realizado “diferentes insultos, comentarios hirientes, ofensivos contra la reclamante, aduciendo que llevan a ofender su honra, buen nombre e imagen”.
Señala la Cámara que los alcances de la libertad de prensa y la condición de funcionaria pública de Cristina Kirchner, a la hora de rechazar el pedido de una indemnización que, en 2016, era de un millón de pesos, según destaca el portal INFOBAE.
La vicepresidenta dijo en su demanda que el periodista la había calificado de coimera y que el pueblo la quería presa, porque era una delincuente común.
Todo fue desestimado por la Justicia.













