“Soy de un tiempo en el cuál hacer el ridículo era algo que se evitaba, ahora es un objetivo a alcanzar” – Rosana Hermann
Acabo de leer las críticas de un desnorteado personaje, que en vez de unir, intenta obtener cinco minutos de fama diciendo cosas sin sentido. Me refiero a un tal Bauti Gil Castillo, que con el solo hecho de sacarse una foto con el “libertario” Milei, deja todo claro.
Cualquiera puede opinar, estamos en una democracia, pero de allí a destruir hay un abismo. ¡Qué buena yunta junto con el Boca y el Pacha!.
El ignoto Gil, opina sobre la ministra Arbeleche y parece resentido con el mundo este militante del Partido Colorado, que se define como jorgista y esto es lo muy poco que dice con sentido.
Quiero aclarar que lo positivo que le encuentro a este personaje, es que admira a Jorge Batlle, un gran presidente con el cual me unen muchas cosas.
Ahora bien, a Gil le falta calle, mostrador y principalmente autocrítica, porque ser contestario no es para cualquiera; hay que primero informarse y ser ecuánime.
Gil, busca trascender por el camino fácil y eso demuestra su falta de discernimiento y capacidad. No es así que uno logra posicionarse.
De caballero poco y nada, al referirse a una mujer como la ministra Arbeleche, que ha dado sobradas muestras de capacidad, por eso se la ha reconocido internacionalmente. Pretende que en dos años se cambie lo que se gestó en 15 años de desgobiernos y dice erróneamente que “Esta keynesiana es como si siguiera Astori”. Me quedo mucho más tranquilo si decís que a vos la ministra “no te representa”. Sin dudas esto demuestra que el trabajo de la Secretaria de Estado va por buen camino.
Derrapa, se la va la moto y no reacciona. Es una lástima, porque ese no es el camino. Ser joven no es justificación para decir idioteces, tampoco es delito, según la Goyeneche. Además, como a Milei, el ego le destruye el discurso.
Ser buen político es algo con lo que se nace. Aunque buen payaso, también.
(Los columnistas y colaboradores escriben a título personal y las opiniones vertidas en este medio, no reflejan necesariamente la línea editorial del periódico.)
Este pibe de jorgista no tiene nada. Batlle jamás le faltaría el respeto a una mujer como este machirulo. La forma de referirse a la ministra Arbeleche lo define.
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