
La oficina de Vladímir Zelenski confirmó este domingo el encuentro entre las delegaciones de Rusia y Ucrania en la frontera bielorrusa, tras una conversación telefónica entre el mandatario ucraniano y el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.
“Lukashenko telefoneó a Zelenski. Los políticos acordaron que la delegación ucraniana se reuniría con la rusa sin condiciones previas en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, cerca del río Prípiat”, dice el comunicado de la oficina en Telegram.
Según las autoridades ucranianas, Lukashenko asumió la responsabilidad de que todos los aviones, helicópteros y misiles “estacionados en territorio bielorruso permanecerán en tierra” mientras dure el viaje, reunión y regreso de la delegación ucraniana.
Este domingo, una delegación de Rusia llegó a la ciudad bielorrusa de Gómel, situada a unos 30 kilómetros de la frontera entre Bielorrusia y Ucrania, para sostener conversaciones con Kiev.
Zelenski previamente pidió a Rusia celebrar negociaciones después de que este país iniciara una operación especial para frenar los bombardeos ucranianos contra los civiles de Donetsk y Lugansk.
El 24 de febrero, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el lanzamiento de una operación militar especial después de que Donetsk y Lugansk solicitaron ayuda para frenar las agresiones ucranianas.
El fin de la iniciativa, subrayó el mandatario ruso, es mermar la capacidad bélica y acabar – según él – con el nazismo que se instauró en Ucrania.
Putin prometió que los responsables de los numerosos crímenes de guerra contra la población civil de Donetsk y Lugansk comparecerán ante los tribunales y llamó a los soldados ucranianos a no cumplir las órdenes “criminales” de las autoridades, deponer las armas y volver a sus hogares.
En un duro mensaje, el presidente ruso recalcó que su país respondería de forma inmediata y contundente a cualquier fuerza externa que se ponga en su camino, en una velada alusión a los países miembros de la OTAN. (Sputnik)