El polémico y cuestionado ministro de Seguridad de Argentina, el kirchnerista Aníbal Fernández, volvió a generar rechazos de la sociedad por un mensaje intimidatorio dirigido al dibujante Nik en el que daba a conocer la escuela a la que iban sus hijas.
No sólo desde la oposición se alzaron voces en contra del irascible funcionario del gobierno, también desde el oficialista Frente de Todos, entre ellas la del Jefe de Gabinete Juan Manzur.
El reconocido dibujante, como cualquier ciudadano libre, opinó en las redes cuestionando los “regalos” que está haciendo el gobierno (en medio de una campaña electoral) otorgando heladeras, cocinas, viajes gratis de egresados en vez de dar trabajo.
“Regalar heladeras, garrafas, viajes de egresados, planes, platita, lo que sea, lo que venga. Qué triste no escuchar nunca la palabra trabajo, esfuerzo, futuro, porvenir. Los va a volver a derrotar la dignidad del pueblo”, escribió en su cuenta de Twitter el dibujante.
El ministro reaccionó diciendo que muchos colegios reciben subsidios del gobierno y como ejemplo citó el instituto donde estudian las hijas de Nik. “Muchas escuelas y colegios de la CABA reciben subsidios del estado y está bien. Por ejemplo la escuela/colegio ORT. ¿La conoces? Si que la conoces… O querés que te haga un dibujito? Excelente escuela lo garantizo. Repito… ¿Lo conoces?”, escribió el ministro, dejando en claro que conoce el colegio donde estudian las hijas del dibujante.
Nik dijo que se encuentra muy angustiado por ver a sus hijas “llorando” tras la intimidación que recibió del ministro.
Por otro lado, el colegio ORT, desmintió que recibiera algún subsidio del gobierno.
La oposición de Juntos por el Cambio pidió la renuncia de Aníbal Fernández
“Aníbal Fernández traspasó un límite delicadísimo”, dijeron en un comunicado que, “no solo amenazó a un ciudadano por sus críticas al Gobierno, sino que puso en peligro a sus hijos”. Desde Juntos por el Cambio, sostienen que Fernández “no está a la altura del cargo”. “Un funcionario que ostenta tamaña responsabilidad no puede amenazar -ni siquiera veladamente- a un ciudadano porque esta práctica no se condice con la democracia y pone en peligro la convivencia de los argentinos”, insistieron.















