Pedro Castillo se convirtió oficialmente en el presidente electo de Perú luego de que la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) finalizara el recuento de votos del ballotage del domingo 6 de junio.
El candidato ultraizquierdista por el movimiento Perú Libre y admirador de Fidel Castro, se impuso con el 50,12% de los sufragios, frente al 49,87% obtenido por la aspirante de derecha de Fuerza Popular. Para que sea proclamado presidente electo falta que el Jurado Nacional de Elecciones resolviera solicitudes de anulación de la votación.
Castillo, quien se presentó por la alianza “Perú Libre” se impuso con 8.835.579 voluntades frente a los 8.791.521 obtenidos por Fuerza Popular.
Castillo aventajó a Fujimori por poco más de 44.000 votos, según publicó la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) en su sitio web.
Pero Castillo tiene sobre si, el estigma de corrupción del presidente del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón, que fue sentenciado en 2019 a 4 años y 8 meses de prisión efectiva tras ser hallado responsable de los delitos de negociación incompatible y aprovechamiento del cargo en agravio del Estado durante la gestión de una obra de saneamiento en La Oroya, en su primer mandato al frente del Gobierno Regional de Junín.
Ahora, una “sugestiva” intervención judicial, emitida “casualmente” cuando ya se sabía que Castillo ganaba las elecciones, ha suspendido la pena a Cerrón, pero la Corte Suprema de Perú decidirá si es válida o no.













