Este 1 de mayo Nicolás Maduro se ha vanagloriado de aumentar el salario mínimo nacional, ordenando incrementar hasta los siete millones de bolívares, que con el cambio actual del Banco Central de Venezuela (BCV) equivalen a 2,5 dólares mensuales, toda una burla a los trabajadores.
Eduardo Piñate, el ministro de Trabajo dijo que el aumento salarial “entra en vigencia a partir de hoy” y lo comunicó durante la marcha tradicional por el Día de los Trabajadores a la vez que se congratulaba por el “sistema de protección del pueblo” impuesto en revolución.
Todo sigue siendo insuficiente para los trabajadores venezolanos: comprar un kilo de carne cuesta 3,75 dólares.
Un maple con 30 huevos vale 11 millones de bolívares, lo mismo que un kilo de queso. Dos valores por encima del ingreso mínimo.
Maduro establece un salario mínimo denigrante para que la necesidad de los ciudadanos acepten la entrega de bonos a través del carnet de la patria, la principal herramienta de control social del régimen.
