Mercosur: ¿Alberto Fernández habla por él o por órdenes de Cristina Kirchner?

Por RAÚL VALLARINO

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Cumbre 30.° aniversario de Mercosur

Alberto Fernández, que aparece como presidente del gobierno kirchnerista, no pasa por el mejor momento al frente del Ejecutivo de su país. Son claras las presiones políticas de la vicepresidente que ya ni lo menciona en sus discursos y que realiza actos con sus seguidores ignorando   a los funcionarios de Alberto (o Albertítere, el lastimoso apodo que se escucha en los corrillos gubernamentales).

Contraria a la letra del famoso tango, en Argentina ya todo no está en calma; ni el músculo duerme,  ni la ambición descansa y Cristina acosa a Alberto de todas las formas imaginables.

Como muestra basta ver el papelón simultáneo protagonizado por los dos mandatarios argentinos. Mientras Alberto le aseguraba por Zoom al presidente del Banco Mundial que “Argentina honraría sus deudas”, Cristina – a la misma hora declaraba: “No podemos pagar la deuda porque no tenemos la plata” y dejaba pegado al ministro de Economía, Martín Guzmán (hombre de Alberto) que estaba negociando ese día en EEUU un préstamo con el FMI.

Pero Alberto y Cristina navegan -esta vez en conjunto- fuera de rumbo y llegan a dar muestras del poco apego que ambos le tienen a la democracia. Pocas horas atrás, en un comunicado oficial, el gobierno argentino anunciaba su salida del Grupo de Lima, en apoyo al régimen chavista de Nicolás Maduro.

El Mercosur

El encuentro entre presidentes, encabezado por el mandatario de Argentina, Alberto Fernández, por estar ejerciendo la presidencia pro tempore del bloque, se realizó en forma virtual. También participaron sus pares de Brasil, Jair Bolsonaro; de Paraguay, Mario Abdo Benítez; de Bolivia, Luis Arce, y de Chile, Sebastián Piñera.

Enmarcada en la conmemoración del 30.° aniversario de la firma del Tratado de Asunción, por el que se creó el Mercosur, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou,  dijo que no es tiempo de hablar del pasado, pero que, si bien el Mercosur tuvo más aciertos que errores, eso no los debe conformar.

La flexibilización que Fernández no quiere 

Lacalle Pou también priorizó el avance en la negociación con otros bloques, sobre lo que no está conforme, y dijo que con la Unión Europea falta camino por recorrer. Entiende que hay que sincerar el proceso para ver si se llega a buen puerto. Asimismo, considera que con Asia el Mercosur no avanzó lo suficiente. Afirmó que es el momento para hacerlo juntos.
Recordó que el bloque pesa en el concierto internacional, pero, aclaró, no está dispuesto a que sea un corsé que impida que el país se pueda mover. Subrayó la importancia de que los productos del Mercosur que se exportan compitan en igualdad de condiciones con otros bloques que sí poseen acuerdos.

Insistió en avanzar en la flexibilización del Mercosur o apelar a distintas velocidades. “Propongo que, formalmente, se discuta en la mesa el tema de la flexibilización. Uruguay necesita que, técnica y políticamente, el bloque tome una decisión al respecto. No hay tiempo para grandes diálogos o grandes comisiones, hay que actuar”, afirmó Lacalle Pou.

Asimismo, y en sintonía con los conceptos de pragmatismo vertidos por los demás mandatarios, el presidente sostuvo que también apoya esa idea y añadió que se debe trabajar para la prosperidad de las patrias. “Es con el Mercosur, pero también es con la libertad que nuestro país necesita y merece”.

Mientras que tres socios quieren flexibilizar el Mercosur para que cada país pueda negociar acuerdos comerciales con otros países de forma independiente, Argentina se opone a mucho de lo acordado con la UE y tampoco quiere a la flexibilización  que impulsan Bolsonaro, Lacalle Pou y Benítez.

La diferencia entre un presidente (Lacalle Pou) y un prepotente (Fernández)

Alberto Fernández dijo en respuesta al pedido de flexibilización: “Si nos hemos convertido en una carga, lo lamento, no queríamos ser una carga para nadie. Una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si la carga pesa mucho”.

Y agregó el argentino: “Terminemos con esas ideas que ayudan tan poco a la unidad. No queremos ser lastre de nadie, si somos un lastre, que tomen otro barco, pero lastre no somos de nadie”.

La altivez de Alberto se contradice con la realidad que hoy vive la Argentina

Incapaz de confrontar con los delirios de Cristina, que a diario le marca el rumbo, Fernández se hace el guapito en el Mercosur., mientras se aleja de la democracia y se acerca a Venezuela.

Alberto parece no ser el capitán del barco que debería conducir a la nación a buen puerto y no encuentra la forma de encauzar el buque en el canal de navegación en medio de la pandemia, mientras tolera los desplantes de la vicepresidente, y lo que es más grave,  las barbaridades quedan al descubierto con el escándalo de los “vacunatorios VIP”, donde funcionarios privilegiados y amigos del poder, se vacunaron antes que los ciudadanos que en edad de riesgo debieron ser los primeros inoculados contra el Covid-19.

Finalmente y en clara demostración de quien manda en Argentina, en el acto del pasado 24 de marzo, donde Cristina arengó a sus acólitos más perseverantes, la locutora del evento cometió un “error involuntario” al decir por los altavoces: “hemos escuchado la palabra de la presidenta de la nación”.