Una nueva jornada de hechos vandálicos se ha producido esta noche de sábado en las principales calles del centro de la ciudad de Barcelona, donde un grupo de manifestantes se congregó para reclamar la libertad del rapero Pablo Hasel, condenado por la justicia española por enaltecimiento del terrorismo. La situación ha derivado en desordenes, enfrentamientos con la policía, destrucción del mobiliario urbano y la quema de una furgoneta de la Guardia Urbana.
En esta línea grupos de encapuchados han realizado barricadas y saqueos a lo largo de la Rambla de Cataluña, por lo que las autoridades policiales han tenido que solicitar la asistencia e intervención de bomberos para apagar varios fuegos que los violentos han provocado en establecimientos comerciales y entidades bancarias de la ciudad condal. A su vez los antisociales han descargado su furia contra una furgoneta de la Guardia Urbana de Barcelona a la que se encendieron fuego con dos agentes dentro, no obstante, los funcionarios han salido ilesos del atentado.
En este contexto la Policía de la Generalidad-Mozos de Escuadra ha informado que se han detenido a 13 personas, de las cuales 3 son por robo con fuerza en un quiosco y 10 relacionadas con actos vandálicos y desórdenes públicos. Al menos uno de ellos está arrestado por la quema del furgón de la Guardia Urbana.
“En Barcelona, en las Ramblas grupos de encapuchados lanzan bengalas, petardos y otros objetos incendiarios a la línea policial. También han lanzado botes de pintura a furgones policiales y quemaron una furgoneta de la Guardia Urbana”, ha señalado la policía catalana.
Los reiterados hechos de violencia han causado el caos y sembrado el terror en la ciudad condal, lo que ha encendido la alerta de las autoridades españolas, quienes, encabezados por el presidente Pedro Sánchez han condenado estos incidentes.
“Inaceptables los actos de vandalismo y violencia que está sufriendo esta noche Barcelona. Todo nuestro apoyo a la Guardia Urbana, Mossos y agentes de Policía”, ha expresado Sánchez en su cuenta twitter.
A su vez el líder de la oposición, Pablo Casado (PP), se ha sumado a la condena de la violencia, al tiempo de criticar a Sánchez y las autoridades de Barcelona por su “pasividad” luego de varias jornadas de protestas donde ha reinado la intolerancia.
“Todo mi apoyo a la guardia urbana, mossos y policía ante una noche más de terrorismo callejero. La intolerable pasividad del ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat, y la irresponsabilidad de quienes lo amparan y jalean desde el Gobierno de Sánchez deben tener consecuencias”, ha dicho.