Jorge Basur.-
Un sacerdote de la ciudad de Minas en el departamento de Lavalleja, en el centro del país, fue imputado y formalizado por la justicia por haber abusado sexualmente de dos niñas.
Este sacerdote había sido trasladado a Montevideo sobre fines del año pasado, cuando comenzó la investigación que hoy determinó su formalización a manos de la justicia.
La Fiscalía general de la Nación divulgó un comunicado en el que detalló que la fiscal del caso, Tania Vidal, solicitó la formalización “por reiterados delitos de Atentado Violento al Pudor, reiterados delitos de Abuso Sexual y un delito de Abuso Sexual especialmente agravado, todos ellos en régimen de reiteración real”.
La fiscal pidió la prisión preventiva del imputado, por entender que si permanecía en libertad podía “perjudicar el desarrollo de la investigación”. Pese a esta solicitud, la jueza rechazó la prisión preventiva y dispuso que el imputado tendrá que fijar domicilio, presentarse una vez por semana en la seccional policial próxima a su casa y no podrá acercarse ni comunicarse con las víctimas en un radio de 500 metros por 90 días.
La Fiscalía apeló la medida cautelar, y ahora un Tribunal de Apelaciones deberá resolver esto.
De acuerdo al dictamen fiscal, una mujer “mantiene una relación de amistad” con el ahora imputado desde hace alrededor de 16 años. Desde el 2014, el sacerdote comenzó a ir a la casa de esta persona, donde también vivían sus tres hijos -todos menores de edad en ese momento-.
Esta mujer “recurría al imputado por ayuda económica en reiteradas ocasiones”, por lo que el imputado iba a la vivienda con alimentos y bebidas.
“En esas circunstancias, el imputado mediante la intimidación y el abuso de poder que ostentaba en virtud de oficiar como referente religioso de la familia, en reiteradas ocasiones realizó tocamientos de índole sexual a las víctimas. Asimismo, entre los relatos se recaba que el imputado ingresó a la habitación de unas de las víctimas y abusó sexualmente de ella, por lo que la víctima, salió corriendo de su habitación aterrorizada y logró encerrarse en el baño”, indica el dictamen fiscal.
Las victimas en el mes de setiembre de 2019 contaron estos abusos a su hermano mayor, quien realizó la denuncia.
“La pericia psicológica y siquiátrica recabó también el relato de la otra víctima, destacando que se trata de un ‘relato coherente y consistente… la respuesta emocional es congruente con los hechos que se exhiben. Su relato no impresiona inducidos por terceros, ni sometido a amenazas o coerción, ni identificado con el imaginario de referentes adultos o demás personas de su entorno ni fabulado. Puede diferenciar criterios de realidad y fantasía, verdad de mentira”, se detalla.
LA REACION DE LA IGLESIA URUGUAYA
En virtud de estos acontecimientos el Obispado de Maldonado, Punta del Este y Minas emitió un comunicado refiriéndose al caso del sacerdote de Minas que fue imputado por delitos de abuso sexual de dos niñas.
En el comunicado se señala que el sacerdote declaró ante la Justicia “no haber cometido tales actos” y estar a disposición de la Justicia.
Dicho sacerdote fue suspendido de sus funciones ministeriales de acuerdo con “el protocolo para los casos de abuso sexual a menores y adultos vulnerables por parte de clérigos y consagrados” de la Iglesia Católica, señala el obispado en el texto compartido en su cuenta de Twitter por el obispo de Minas, Milton Tróccoli.
Además, reiteran su “firme disposición y compromiso para que hechos como los denunciados no tengan lugar en el seno de la Iglesia”. También se comprometen a “seguir adoptando las más severas medidas contra quienes cometan estas faltas graves” y “a continuar trabajando con ahínco en la prevención”.
Paralelamente el mediático sacerdote Juan Andrés Verde, unos de los más reconocidos curas que tiene Uruguay por su carisma y su presencia en los medios, se manifestó a través de las redes sociales luego de la formalización del sacerdote de Lavalleja por varios delitos de abuso sexual.
“¡Que vaya en cana! ¡Así nomás! ¡La pena de cualquier abusador de donde sea!”, escribió el “Gordo Verde” en su cuenta de Twitter. El cura, de iniciales G.E.M.G., no irá a prisión preventiva dado que la jueza letrada de Lavalleja de 4º turno aceptó la formalización, pero no esa medida cautelar. Verde dijo estar “indignado, molesto y MUY DOLIDO por esas niñas y esa familia”, y recordó un pasaje de la Biblia, cuando Jesús dice: “Ay de quien escandalice a uno de estos pequeños; más le valdría atarse una piedra de molino al cuello y arrojarse al mar”.