La Generalitat de Cataluña informó la determinación de endurecer las restricciones de movilidad ciudadana en todos los municipios de la región por lo que los ciudadanos no podrán desplazarse entre una zona y otra, salvo traslados debidamente justificados. La iniciativa comenzará a regir desde el próximo jueves 7 de enero y tendrá una duración de 10 días.
“Con la situación epidemiológica que tenemos debemos reducir más la interacción social con medidas estos 10 días”, afirmó la Consejera de Salud, Alba Vergés, quien defendió la medida argumentando que es la mejor manera “para actuar con prevención” y cambiar algunos registros.
Ante esto se suspende la apertura al público de los locales y establecimientos de comercio minorista de más de 400 metros cuadrados, y los centros comerciales, galerías comerciales y recintos comerciales. Los que tienen una superficie útil de venta igual o inferior a 400 metros cuadrados sólo pueden permanecer abiertos de lunes a viernes, para evitar la mayor afluencia que se da en fin de semana
En este sentido las autoridades explicaron que las “medidas excepcionales” responden a la necesidad de frenar la expansión de la pandemia en la región, la cual ha tenido un incremento en estos últimos días debido principalmente a las fiestas de fin de año, aunque los datos epidemiológicos no mejoran desde el puente del 6 y 8 de diciembre.
En esta línea justificó que los 2.400 o 2.500 casos de contagios de Covid-19 diarios detectados, están muy lejos del millar aconsejable; sucede lo mismo con las más de 2.000 personas ingresadas en planta, cuando hace 15 días eran 1.500, a su vez la incidencia acumulada a 14 días es ahora superior a 400.
A “poco de finalizar el periodo navideño, la situación epidemiológica en Cataluña ha experimentado un empeoramiento generalizado, en el sentido de que crece la velocidad de propagación del virus”, señala la oficina de Sanidad de Cataluña.