La Organización de los Estados Americanos –OEA se sumó al rechazo generalizado contras las recientes elecciones parlamentarias en Venezuela efectuadas el pasado 06 de diciembre, asegurando que estas son “fraudulentas” por lo que “no reconoce sus resultados”. A su vez instaron a la comunidad internacional a trabajar por restablecer la senda democrática en este país, al tiempo de que se establezcan los mecanismos necesarios para convocar a la brevedad elecciones presidenciales y parlamentarias libres para salvaguardar el interés del pueblo venezolano.
En esta línea el organismo internacional expresó su preocupación por la conformación y estructuración de esta jornada electoral por el gobierno de Nicolás Maduro a quien acusan de ser el responsable directo de este desastre político, acotando que estas tienen el objetivo de profundizar, aún más, los cimientos de la democracia y del Estado de derecho en el país, a lo que se suma una crisis humanitaria sin precedentes.
La OEA manifiesta “su rechazo a la elección fraudulenta del 6 de diciembre, conducida por el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro con el evidente propósito de eliminar la única institución legítima y democrática electa en Venezuela”, afirma.
Ante esto la OEA argumenta que el proceso electoral no cumplió con condiciones establecidas en el derecho internacional; por carecer de imparcialidad y transparencia; al tiempo de condenar, en los más enérgicos términos, la estrategia consistente y deliberada del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro de socavar el sistema democrático y la separación de poderes.
Las elecciones no contaron “con la participación de todos los actores políticos y de la ciudadanía; por no haber sido liberados los presos políticos; por la falta de independencia de la autoridad electoral; y por no haber contado con observación electoral internacional independiente y creíble”, indica la OEA.
Por último reiteró su llamado a que se convoquen, lo más pronto posible, elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas, transparentes y legítimas, con observación electoral internacional independiente y creíble, como parte de un proceso de transición que conduzca al nombramiento de un Gobierno elegido democráticamente y de acuerdo con la voluntad del pueblo venezolano y con la constitución venezolana.