Tras una extensa jornada los ciudadanos chilenos se acercaron a los más de 2.700 locales de votación establecidos a lo largo de país para elegir si aprueban o rechazan la redacción de una nueva Constitución, uno de los legados de la dictadura militar de Augusto Pinochet que hasta hoy sigue participando, al amparo de la Carta Magna redactada en 1980, en la vida política, social y económica de la nación austral con artículos que otorgan un papel secundario a la participación del Estado en puntos tan esenciales como la salud, educación y pensiones, entre otros aspectos.
Los chilenos tras una jornada cívica memorable aprobaron por la amplia mayoría del 77, 97 % y con el 62, 28 % de las mesas escrutadas la redacción de una nueva Constitución y cuál será el sistema para la creación de ésta, siendo una luz al final del túnel para los miles de ciudadanos que salieron a las calles y otros que de forma, muchas veces invisible y anónima, participaron en la denominada “Revolución de los ojos” o “Estallido Social” iniciado el pasado 19 de octubre de 2019, cuando la presión social que se extendió por cinco meses “obligó” a las cúpulas políticas establecer este referéndum que debe sentar las bases para formular cambios en las políticas públicas que lleven a un sistema más igualitario. Por el contrario la opción del Rechazo obtuvo 22.03%.
Las calles del país dialogaban entre ellas a pesar de la pandemia situación que quedó reflejada en alta participación ciudadana. Los chilenos acudieron desde tempranas horas de la mañana a ejercer su derecho a voto para esta nueva Carta Magna que reemplace a la actual Constitución de 1980 ilegítima desde su origen y creada entre cuatro paredes por los aliados de Pinochet encabezados por el jurista ultraconservador Jaime Guzmán.
Tras el proceso electoral histórico muchos ciudadanos chilenos expresaron su satisfacción con estos resultados valorando la posibilidad de estructurar una hoja de ruta que equilibre la balanza económica y social a los sectores más desfavorecidos de la población, quienes ven día a día las grandes desigualdades del país, avaladas en la aún vigente Constitución, por el exacerbado fomento a la privatización de los servicios básicos, al tiempo de limitar y diferenciar el acceso a instituciones de salud y educación de calidad para aquellos que pueden costear en función de los ingresos que tienen en sus bolsillos.
“Estoy celebrando con mucha alegría lo que pasa en el país, los chilenos necesitamos una nueva Constitución y no solo reformas, me siento orgulloso de lo que está pasando.La politca ha vuelto a reencantar a los jóvenes”, aseguró Juan Carlos Cárdenas a ICNDiario después de sufragar en la sureña ciudad de Valdivia.
“Los resultados son distinto a lo que mucha gente pensó, independiente que mi opción no ganó, en algo que creo es la democracia, es la mejor forma para que la gente se lleve bien, ya que el resultado fue contundente, ahora sacaré lo mejor de esto, aportando, en la medida que pueda, con conocimiento y trabajo y que este proceso, que no estuvo exento de violencia, salga lo mejor posible”, afirmó Sergio Rocha Smiths a ICNDiario quien reside en Santiago de Chile.