
Para continuar con la serie de artículos que se encuentran referidos a la necesidad de que se apruebe en el Parlamento la Ley de Urgente Consideración, es debido que nos adentremos en el contenido de la misma, pero antes de dedicarme a los que a mi entender pueden ser considerados como los principales cambios en materia de seguridad, quisiera, aunque con mucho pesar, hacer mención a la miserable actitud que algunos senadores de la coalición de izquierda mantuvieron durante la sesión del 28 de Abril, la cual, no sólo resulta un insulto al intelecto sino que refleja a la perfección lo que he expresado en mi anterior artículo de Entre escándalos y caprichos
Seguridad de Urgente Consideración
Este asunto no puede ser cuestionado en cuanto a su relevancia para la ciudadanía o siquiera para ser implementado por dicho mecanismo puesto que es de público conocimiento que una de las causas fundamentales que generaron la derrota electoral del Frente Amplio fue el continuo deterioro de la seguridad ciudadana generado por la implementación de medidas que nacían de una integralidad ficticia que era a su vez acompañada por el debilitamiento de la Policía Nacional además de una campante irresponsabilidad política por parte del Ministro Bonomi. Entre aquellas áreas críticas dentro la seguridad ciudadana vale destacar el aumento del crimen organizado, en especial el dedicado al narcotráfico, así como también el aumento de funcionarios policiales asesinados, heridos o atacados por el hecho de ser policías pero también de casos de abuso sexual y las rapiñas o copamientos pero aunque debemos establecer nuestro punto de partida, no es momento de concentrarnos en estas cosas sino en lo que pretendemos hacer nosotros cuando la Ley de Urgente Consideración se apruebe.
¿Cuáles son las principales medidas?
Teniendo en cuenta nuestro punto de partida no dudaré en decir que la primera medida que debe destacarse es la modificación del artículo 26 del Código Penal, el cual, refiriéndose a las condiciones de la legítima defensa, aumenta las especificaciones de la misma, siendo más estricta en su cumplimento al igual que en sus condiciones, pero a su vez, la misma resulta aún más garantista para el ciudadano que protege su hogar, su patrimonio o a un familiar, sin dejar de lado la realidad de los establecimientos rurales ni la realidad de los funcionarios policiales que deben actuar para protegerse a si mismos o a un tercero que se encuentre en riesgo. Esto puede conducirnos a un debate sobre cuál es el precio de la vida o si dicho precio es el mismo para todos puesto que se exime de la responsabilidad de un homicidio dependiendo de ciertas condiciones, pero a quienes esgrimen este argumento, por desgracia, solo puedo responderles que en lo personal, no me importa quien sea la otra persona si esta se encuentra apuntando un arma a mi cabeza o a la de un ser querido, y sé bien que este no es un argumento válido, pero es lo que pienso.
En segundo lugar necesito destacar no una sino varias medidas que se complementan entre si, como lo es la creación del Registro Nacional de Abusadores Sexuales que es acompañada por la prohibición de ejercer determinadas funciones – como la de educador – para quienes se encuentren en ella, lo cual, resulta de suma importancia para nuestra sociedad puesto que durante 2019 se llegaron a realizar más de 3.000 denuncias por crímenes sexuales, en los cuales, mil casos requirieron la intervención del INAU pero esto no acaba aquí debido a que en referencia a esta clase de delitos se plantea el endurecimiento de penas, nuevas situaciones donde se presume el uso de violencia y se deja de lado la necesidad de que el acto sea consumado para que pueda imputarse un delito de violación.
En tercer lugar considero pertinente mencionar la creación del delito de agravio a la autoridad policial pero esto no quiere decir, como algunos intentan hacer creer, que discrepar con un funcionario será razón para ir preso sino que – por ejemplo – quien los insulte, los amenace, les arroje objetos o atente contra ellos por otro medio por el simple hecho de ser policías será penalmente responsable de sus acciones, lo que poco a poco conseguirá que el Estado recupere su legítima autoridad además de, por supuesto, el legítimo respeto que merecen quienes se encuentran para protegernos. Esto, además, es acompañado por otro artículo en el que se agrega al código penal la resistencia al arresto, sea propio o de un tercero.
Por último pero no por eso menos importante se encuentran aquellas que se refieren al combate al crimen organizado. En este punto quisiera incluir las siguientes mejoras :
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Usar un hogar para el expendio de drogas será considerado un agravante
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Encubrir hechos vinculados a la distribución de estupefacientes será considerado un agravante
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Un homicidio que sea por remuneración o promesa de la misma, o de brutal ferocidad, o para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito será considerado como agravante muy especial
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Permitir el derribo de aeronaves no identificadas para combatir al narcotráfico mediante cortes parciales de su línea de abastecimiento.
Por supuesto que aún quedan varios artículos que merecen ser mencionados pero como no me quisiera extender más de lo que he hecho, te invito a leerlos, a informarte más, a investigar, a reflexionar sobre ellos pero sobre todo a que no te guíes exclusivamente por mis palabras.
Hasta la próxima
Tec. Facundo O. Ordeig












