Usuarios afectados por paro del transporte en defensa de un sindicalista despedido

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Foto web Nossar

La medida extrema de los sindicatos – es este caso del transporte de pasajeros de Uruguay – de tomar de rehenes a los ciudadanos para dirimir sus conflictos laborales con las empresas, lo único que logra es el enojo de los usuarios que se ven afectados seriamente por medidas desproporcionadas y que llevan a un paro nacional de autobuses de larga distancia de todos los empleados de las empresas del sector.

El sindicato uruguayo de la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte,  decretó un paro de actividades que dejará a los usuarios sin servicios interdepartamentales  y que comenzará a las 00:00 de este viernes y finalizará a las 00:00 del sábado, en protesta por el despido del presidente del sindicato Unión de Trabajadores de Nossar (UTN), por notoria mala conducta según la empresa de autobuses Nossar.

La compañía de transporte asevera que “cumplió, cumple y cumplirá con todo el régimen jurídico de la República, muy especialmente lo referido a las obligaciones laborales y previsionales tanto de origen legal como reglamentario y muy especialmente también, a los Laudos acordados en Consejos de Salarios que rigen en el Transporte, llegando hasta pagar por encima de Laudo, tanto en categorización como en salarios y beneficios”.

En un comunicado que hizo público la empresa, se explicaron “los motivos que determinaron el despido del mencionado trabajador fueron sus permanentes inconductas, donde se destacan en los últimos ocho meses: tomarse a golpes de puño en uno de los locales de la empresa con un funcionario que antes había renunciado al gremio; proferir amenazas al personal jerárquico de la empresa, como cúmulo de la constante arenga contra los mismos”.

A esto se agregan otros motivos para despedir con pruebas al empleado entre los casos se denuncian más faltas graves: “mover en taller y sin autorización, una unidad de última generación cuyo manejo desconoce, con tal impericia que la chocó contra otro autobús de la Empresa, dañando ambos; no respetar los itinerarios en ruta, salteando agencias, dejando pasajeros sin atender y sin entregar ni retirar encomiendas” y que “el 21 de diciembre pasado fue protagonista del vuelco de un coche con dieciséis pasajeros, en una ruta en reparación por la que transita usualmente. En la ocasión, no respetó ni la señalización ni la velocidad máxima permitida (30 km/h), dejando una frenada de ochenta metros antes del vuelco, que comprueba su excesiva velocidad”, puntualiza el comunicado de la empresa Nossar.

El informe de la compañía de autobuses señala que “La Empresa ha cumplido todo el proceso sancionatorio con arreglo a Laudo y ofreciéndole al trabajador las máximas garantías para que articulara defensas, las que en aquellas ocasiones en las que se presentaron, no pasaron de falacias carentes de prueba”.

Por lo expuesto es sorprendente que los sindicatos dejen a la población sin transporte, ante hechos que se pueden protestar con otras medidas, que no afecten a la población, que es la única castigada por estas decisiones.