Generación Z: las elecciones presidenciales y el plebiscito 2019 en Uruguay

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Corte Electoral de Montevideo. Jóvenes inscribiéndose para votar por primera vez (Foto ICN Diario)

Por Ignacio Jaunsolo.-

Son numerosos los casos que ven a la política en blanco y negro. Como no me gusta lo que hay, las alternativas al votar es lo que nos parece menos malo o lo que aconsejan mayores cercanos ya sean familiares o amigos.

¿Pero cuál es el problema?, no saben verdaderamente explicarte un por qué votar esto o aquello, entre lo más escuchado suelen aparecer las siguientes causas: “porque no creo que vaya a ganar”, “porque las encuestas lo dan muy bajo”, “porque siempre votamos a los blancos” (como dicen mis abuelos, sin siquiera conocer una propuesta solida de dicho partido), “porque mi familia me dice que eso es lo que está bien”, “porque en mi entorno social constantemente me bombardea con información” <>, o porque vi un video en Instagram de 30 segundos donde decía esto o aquello que aunque esté descontextualizado me dio pereza indagar.

Por fuera de que la mayoría de la militancia de los partidos que encabezan la intención de voto, en nuestras edades, se pretende influir con las armas de un absoluto fanatismo, como si de un partido de fútbol se tratase.

Leer propuestas está absolutamente fuera del radar, se defiende a capa y espada algo a ciegas, se defiende el mejor jingle, o el discurso más emotivo. Se dice lo que la gente quiere escuchar, y se privan de decir la verdad por miedo a que digan algo que no sea lo que se quiere escuchar.

Se cae en populismos una y otra vez, en el título amarillista en las historias de 15 segundos para el reposteo fácil, propuestas que no dicen nada, pero fáciles de leer, dotadas al final de un enorme vacío.

Se manifiestan en contra de una reforma constitucional, por mera moda, sin dar ningún argumento distinto a los hechos ocurridos en la dictadura y lo que está pasando en la región actualmente; parecería que la estoy defendiendo, no es el caso, quienes están a favor del plebiscito, defienden una falsa ilusión de “solución rápida”, es que claro, teóricamente no suena del todo mal (pese al artículo 3°1), pero, ¿por qué la creación de una tercera fuerza de seguridad pública solucionaría las cosas? ¿Acaso no existe ya un ala especializada y Republicana de la policía?

Por más que se creen infinitos cuerpos con distintos entrenamientos y procedimientos, si la comunicación entre el efectivo y la fiscalía falla, si el formalizado y luego condenado no entra a un centro de reinserción social, en lugar de las escuelas del crimen donde se los entierra para el cumplimiento de su pena y si luego de obtener su libertad además los persigue una condena social que les imposibilita encontrar trabajo ¿es en verdad una solución? ; creo que no lo es en absoluto, sin la mejora inmediata del sistema carcelario y la restructuración de las relaciones entre los agentes que participan de la seguridad pública y quienes aplican las penas y una efectiva reinserción efectiva es imposible.

Estamos de acuerdo que para gente de mi generación leerse 11 programas de gobierno es casi imposible, aunque si quisiéramos hoy tenemos a nuestro alcance además de cientos de medios audiovisuales -que deberían verse completos no por fragmentos fuera de contexto-, portales de noticias que te resumen varias de las propuestas de cada uno de los partidos.

No hay mejor arma, ni mejor inversión, que el conocimiento. Si van a apoyar a un candidato, infórmense, lean, escuchen y observen. Si van a votar, no voy a caer en el cliché de decir “voten bien”, pero hagan un buen uso de su ciudadanía y ejerciéndola como corresponde.

1 Artículo 3º – Agrégase al numeral 8° del artículo 85 de la Constitución el siguiente inciso: “La ley por mayoría de dos tercios de votos del total de componentes de cada Cámara, podrá disponer la creación de una Guardia Nacional con integrantes de las Fuerzas Armadas, para cumplir funciones de seguridad pública interior en todo el territorio de la República”.