ONU: Consejo de Seguridad dividido entre quienes defienden la democracia y los que apoyan la dictadura de Maduro

Estados Unidos y un grupo de países que incluyeron a Perú, Colombia, Brasil, Alemania y el Reino Unido, entre otros, desconocieron al Gobierno venezolano y respaldaron a Guaidó como “presidente interino”, objetando el resultado de las elecciones y alegando que esa nación constituye una amenaza a la paz y seguridad internacional

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Consejo de Seguridad de la ONU

Una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, este sábado, reveló una clara división sobre las posibles soluciones a la crisis en Venezuela. Estados Unidos y algunas naciones europeas y latinoamericanas apoyan a un “presidente interino” autoproclamado, mientras que Rusia y China junto a otro grupo de países de diversas regiones, apoyan la dictadura chavista y llaman a un diálogo que se prevé imposible, por la dureza del gobierno venezolano.

En una reunión extraordinaria promovida por Estados Unidos, el Consejo de Seguridad debatió este sábado sobre la situación en Venezuela contando con la presencia de más de 30 oradores, que incluyeron al secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y al secretario del Exterior venezolano, Jorge Arreaza, además de otros cancilleres latinoamericanos.

Rosemary DiCarlo, subsecretaria general de la ONU para Asuntos Políticos y Construcción de la Paz, fue la primera ponente de la mañana con un informe en el que advirtió la preocupante crisis política que vive el país sudamericano y el grave impacto humanitario que ésta tiene en la población venezolana.

“Debemos hacer todo lo que podamos para evitar un empeoramiento de las tensiones. Debemos tratar de ayudar en la búsqueda de una solución política que permita que los venezolanos gocen de paz, prosperidad y de todos sus derechos humanos”, dijo.

La reunión urgente del Consejo se produce después de que el pasado 23 de enero el diputado líder de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, de acuerdo a la Constitución, se proclamara “presidente encargado” mientras se convocaba a elecciones, lo que desató una serie de movilizaciones a favor de esta acción. Durante esas protestas, hubo algunos incidentes violentos y se reportaron 26 muertes. El presidente de facto, Nicolás Maduro, había inaugurado su segundo mandato dos semanas antes, de acuerdo con el resultado de las fraudulentas elecciones celebradas en mayo de 2018.

Por un lado, Estados Unidos y un grupo de países que incluyeron a Perú, Colombia, Brasil, Alemania y el Reino Unido, entre otros, desconocieron al Gobierno venezolano y respaldaron a Guaidó como “presidente interino”, objetando el resultado de las elecciones y alegando que esa nación constituye una amenaza a la paz y seguridad internacional, además de responsabilizar a sus dirigentes de la crisis económica y humanitaria que ha generado el desplazamiento de millones de personas.

El secretario de Estado Mike Pompeo afirmó que Cuba está detrás del Gobierno “opresor” y “antidemocrático” de Nicolás Maduro e instó a los Estados a “tomar partido”.

“Es el momento de que todos los países tomen partido. No más demoras, no más juegos. O están con las fuerzas de la libertad o están con Maduro y caos… Llamamos a todos los miembros del Consejo de Seguridad a apoyar la transición democrática en Venezuela y el papel que tiene en ella el presidente interino Guaidó”, apuntó.

En el otro lado del espectro, Rusia encabezó a un cúmulo de gobiernos (China, Guinea Ecuatorial, Sudáfrica, Bolivia, Cuba y otros) que defendieron el terrorismo de Estado del régimen de Venezuela y objetaron que fuera una amenaza internacional y pugnaron por el respeto a su soberanía y derecho a resolver sus asuntos sin injerencias extranjeras, según las leyes internacionales y la Carta de la ONU.

Rusia, obsecuente con Maduro, lamentó que el “juego sucio” de Estados Unidos llegara al Consejo de Seguridad y acusó a ese país y sus seguidores de estar detrás de la inestabilidad y los intentos de golpe en Venezuela.

“Si algo representa una amenaza a la paz es la descarada y agresiva postura de Estados Unidos y sus aliados enfocada a deponer al presidente de Venezuela electo legítimamente”, afirmó el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, sin admitir las violaciones constantes del chavismo a la población.

México y Uruguay, por su lado, reiteraron su reconocimiento al Gobierno dictatorial venezolano y refrendaron su iniciativa de facilitar un diálogo entre todas las partes implicadas, dentro y fuera de Venezuela, para evitar un mayor deterioro de la situación y hallar una solución negociada y pacífica a la crisis, siempre con respeto absoluto a la soberanía e independencia del país.