
Precisamente Ecuador, Bolivia, Venezuela Argentina y Nicaragua, cuyos gobiernos son denunciados y sospechados por su acoso a periodistas, medios y manipulación de información, y que se han unido para cuestionar la actuación de la “Relatoría de la Libertad de Prensa” de la OEA, promoviendo la revisión de sus procedimientos para limitar su actuación, han acordado levantar la voz para reclamar por Assange.
Es interesante el panorama que se nos presenta, porque desde la posición que han asumido, ingresan a un compromiso que les obliga hacia adentro de sus estados y sociedades. Si Correa y sus compañeros bolivarianos siguen el curso de su proclama en defensa del hacedor de WikiLeaks, deberá verse desde ya la orientación de su vinculación con la prensa en sus países en el mismo sentido, respetando sus libertades y ejercicio independiente.
Difícil que esto ocurra, probablemente se confirme que lo de este caso ha sido una buena “ocasión” para que alguno si victimice, aflore el trasnochado discurso “antiimperialista” y opere el doble discurso bolivariano, reclamar independencia y someter al pueblo. Y someter la prensa han encontrado que es un vehículo idóneo.
Jaime Mario Trobo












