Arrestan a un sospechoso del asesinato de la estudiante brasileña en Nicaragua

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Raynéia Gabrielle Lima, la joven brasileña asesinada en Nicaragua (archivo personal)

La Policía de Nicaragua informó que detuvo a Piersen Guiérrez Solís, de 42 años, sospechoso de haber asesinado a la estudiante brasileña Raynéia Gabrielle Lima. De acuerdo a un comunicado emitido por la corporación, Solís tenía una carabina M4, la misma arma de guerra que habría sido disparada el lunes (23) por la noche contra los jóvenes Pernambuco, 31. En un comunicado anterior, la policía había dicho que el crimen habría sido cometido por un guardia de seguridad privado, pero no se relacionó con el actual sospechoso.

Sin embargo, la versión de la policía es contestada por el rector de la Universidad Americana de Managua (UAM), Ernesto Medina, donde cursaba el sexto año de medicina. Según Medina, las autoridades nicaragüenses están encubriendo un crimen cometido por paramilitares, simpatizantes del gobierno del presidente Daniel Ortega.

La muerte de Raynéia se produce en medio de la mayor ola de violencia en el país desde el final de la guerra civil en 1990. Según la Asociación Nicaragüense por los Derechos Humanos, 448 personas murieron en 100 días de protestas contra el gobierno. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que tiene equipos en el país investigando las denuncias, acusó a la policía y grupos paramilitares de usar fuerza letal para reprimir a los manifestantes-muchos de ellos jóvenes estudiantes que ocuparon universidades y erigió barricadas. “Atiran para matar”, dijo el secretario ejecutivo de la CIDH, entidad vinculada a la Organización de Estados Americanos (OEA).

Según Medina, Raynéia estaba regresando a casa con su novio, en coches separados, en el barrio de Lomas de Monserrat, donde viven altos funcionarios del gobierno. “Aparecieron tres hombres encapuchados, con fusiles de guerra, que hicieron señal de alto. Ella continuó conduciendo y disparó en ella “, contó el rector. El novio, que venía atrás, salió del vehículo de él con las manos levantadas y llevó a Raynéia hasta el Hospital Militar. “Por coincidencia, estaban de turno tres estudiantes de medicina de nuestra universidad, compañeros de Raynéia”, dijo Medina. “Ella luchó horas para vivir, pero no sobrevivió al disparo, hecho con un arma de alto calibre”, dijo Medina.

Raynéia murió un día después de que el presidente Daniel Ortega concediera una entrevista exclusiva a la cadena de televisión estadounidense Fox News, afirmando que concluirá su tercer mandato consecutivo en 2021 y que no tiene vínculos con grupos paramilitares, responsabilizados por cientos de muertes.

El mismo día en que Raynéia fue asesinada, policías y paramilitares entraron en la ciudad de Jinotega – a 242 kilómetros de la capital, Managua – y mataron a tres personas.

Ola de violencia

Las protestas en Nicaragua comenzaron a mediados de abril, contra una reforma de la previsión – derogada posteriormente. Ante la brutal represión a los manifestantes, las protestas continuaron, esta vez para pedir que las muertes fueran investigadas por organismos de derechos humanos internacionales.

El gobierno de Ortega aceptó la llegada de la CIDH y pidió a la Iglesia Católica que mediar un diálogo de paz con sectores de la sociedad civil que incluyen a estudiantes, sacerdotes, agricultores y también empresarios. Sin embargo, rechazó el informe de la CIDH, atribuyendo la mayoría de las muertes a las fuerzas de seguridad ya los grupos paramilitares. Ortega también rechazó la propuesta de pacificación, que incluía la anticipación de elecciones presidenciales, además de reformas de instituciones que vienen, poco a poco, siendo controladas por el gobierno.

Líder de la Revolución Sandinista de 1979, que derrotó a la dictadura de Anastasio Somoza, Ortega está siendo acusado hasta por ex aliados de querer instalar una dinastía política tan corrupta y autoritaria en cuanto a que él combatió. Fue reelegido por última vez en 2016, pero la votación, sin la presencia de observadores internacionales, fue cuestionada por la oposición.

El pasado 18 de julio, en vísperas de la conmemoración de los 39 años de la Revolución Sandinista, la OEA aprobó una resolución condenando la violencia en Nicaragua y pidiendo elecciones anticipadas. Se aprobó por 21 votos a favor, tres en contra y siete abstenciones.

Después de la muerte de Raynéia, el Itamaraty divulgó un comunicado pidiendo la rápida aclaración del crimen y condenando la represión en Nicaragua. El embajador de Brasil en Managua fue llamado de nuevo a Brasilia para consultas – el cual, en la diplomacia es una señal de disgusto.

Hasta el momento, el Diálogo Nacional, mediado por la Iglesia, no ha sido retomado y muchos nicaragüenses cruzan la frontera, hacia la vecina Costa Rica, para huir de la represión.

Agencia Brasil.-