LA GUERRA SILENCIOSA – China, la batalla final

La silenciosa expansión comercial de los chinos a nivel internacional, y las ansías de China de volver a establecer su supremacía mundial como en otros tiempos, reaviva los más oscuros temores de Occidente hacia los peligros que entraña el “gigante asiático”.
Con más de mil trescientos millones de chinos–lo que supone un 20% de la población mundial- acostumbrados desde su nacimiento al trabajo en las condiciones más extremas, la disciplina y el sacrificio, el resto del mundo contempla estupefacto el avance inexorable de un país a las más altas cotas del liderazgo internacional, tal como ha quedado patente recientemente en la celebración de los últimos Juegos Olímpicos.
A través de una visión estratégica basada en la paciencia, la firmeza, y mediante una industria manufacturera acostumbrada a las prácticas económicas desleales y con una capacidad ilimitada de inundar los mercados de cualquier continente de todo tipo de mercancías baratas conocidas popularmente como “Made in China”, el monstruo asiático está conquistando el mundo alimentando las necesidades de la acomodada sociedad occidental y evitando a toda costa incidir en la tensión política internacional actual.
En este momento, con un desarrollo económico, social y cultural sin precedentes, China se ha convertido en la segunda potencia mundial, detrás de Estados Unidos, tras haber conseguido multiplicar su participación en la producción y distribución comercial internacional mediante una táctica muy simple: introducirse sigilosa y personalizadamente en cada país, en cada ciudad, en cada pueblo, en cada familia, en cada individuo. Con paciencia, pragmatismo y osadía. Destruyendo desde dentro esta maldita sociedad de consumo creada por el hombre occidental, pero sustentada por el oriental en su propio y estratégico beneficio.
Y ahora -sí, ahora-, se sabe preparada para la batalla final, cuya victoria lleva implícita la gloria de sus hazañas del pasado y la celebración de los logros presentes. Entonces, China será el mundo y el mundo será China…
Ante la amenaza del dominio absoluto comercial de la potencia asiática, aprestémonos a la lucha: conociendo sus armas, analizando sus reglas de juego, sopesando nuestras posibilidades, practicando una y mil veces nuestra defensa y nuestro ataque, sin gritos, sin peleas, mediante consenso, unidos en nuestros valores, en nuestra Historia y así, juntos, detener la invasión silenciosa que se esconde detrás de un sonrisa, aparentemente amigable.
Camilo Cavalieri