El ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay emitió una circular de servicio a los embajadores y funcionarios en el extranjero que prohíbe todo “contacto personal” con diplomáticos de Paraguay o cualquier otro tipo de actos que implique un reconocimiento al gobierno del presidente Federico Franco.
Según informó el diario EL PAÍS de Montevideo, en esa circular se le ordena a todo el personal diplomático “ajustar su conducta de relación absteniéndose de mantener contactos personales, o participar en eventos que pudieran significar un reconocimiento al gobierno de Paraguay”.
Este documento, a cuyo contenido accedió El País, fue enviado a todas las misiones diplomáticas de Uruguay en el exterior. Está firmado por el director de Asuntos Políticos de la Cancillería, Ricardo González, y por el secretario general del Ministerio, Gonzalo Koncke, señala el artículo.
A esta altura, ya nadie entiende ese ensañamiento del gobierno uruguayo con sus vecinos del Paraguay, aliándose con Argentina y Brasil, para golpear sin piedad a una nación que hasta hace muy pocos días defendía y buscaba solucionar la venta de energía eléctrica a muy bajo costo para Uruguay, pero SE encontraba con la férrea negativa argentina, que nunca, entiéndase bien, nunca, autorizó que esa energía enviada desde Paraguay, pasara por territorio argentino para llegar finalmente a suelo uruguayo.
Esto es muy claro, Argentina le vende a Uruguay energía eléctrica mucho más cara, nunca iba a permitir que otro país se la vendiera más barata.
El senador opositor de Unidad Nacional (UNA), Gustavo Penadés, dijo que la medida de no tener “contacto personal” con diplomáticos paraguayos, se trata de “una medida ridícula, una fantochada” que “demuestra lo trágica y lamentable que es la conducción de la política exterior del país”.
Penadés dijo que Paraguay “nos quiere vender la energía más barata y Argentina no lo permite, y sin embargo dejamos de saludarlos; el puerto de Nueva Palmira recibe la soja paraguaya y hace mover ese puerto, y nosotros los dejamos de saludar”.
A su vez, el senador de Propuesta Batllista (Proba) José Amorín indicó a El País que la decisión de la Cancillería “es totalmente negativa”. “Demasiado le hemos hecho ya a Paraguay. No es forma de comportarse con una nación hermana”, indicó Amorín.
“La Cancillería se equivoca como se equivocó con Venezuela y profundiza sus errores. Esto le hace daño al Uruguay”, añadió el senador colorado.
Por lo que puede verse, el gobierno encabezado por José Mujica, no sabe distinguir bien donde están los amigos o los enemigos.
Es así, el gobierno uruguayo acepta en silencio que Argentina se imponga y que invocando un desmedido proteccionismo, impida el ingreso de los productos uruguayos y que retrase, con excusas inverosímiles, el dragado del canal Martín García, entre otras acciones de acoso.
Nada de esto parece importarle a un gobierno que comienza a hacer agua por los cuatro costados en los temas de inseguridad ciudadana, Educación y política exterior, entre otros, y que de seguir con esa pasividad corre el riesgo de ahogar a todo un país, por no saber estar a la altura de las circunstancias y bajar la cabeza cuando Argentina y Brasil ordenan algo.
Jorge Delgado
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