Sobre esta cuestión, el presidente ha mantenido que ante el mayor ataque a la Constitución se aplicó el artículo 155 para “defender la ley, la convivencia y el bienestar” de todos los ciudadanos. “Se ha demostrado la calidad de nuestra democracia, la independencia de poderes, el imperio de la ley, la utilidad de las normas que nos hemos dado y la serenidad del conjunto de la sociedad. Lo lógico y lo razonable sería no volver a ponerlos a prueba”, ha dicho.
Rajoy ha añadido que al próximo gobierno de Cataluña, sea el que sea, le corresponde señalar al conjunto de los ciudadanos sus prioridades políticas dentro de la ley. “No caben más apelaciones a la ruptura o a la ilegalidad, porque la ley no lo permitirá y porque tampoco pueden alegar el apoyo mayoritario de la sociedad para mantenerse en esa deriva que se ha demostrado tan perniciosa”.
El presidente confía en que el futuro Gobierno catalán se dedique a revertir “los graves efectos económicos y sociales”, como el hundimiento en la creación de empresas, la huida de las existentes o la caída del sector de la construcción.
En este punto, el presidente ha anunciado que convocará la sesión constitutiva del Parlament para el próximo 17 de enero.
El presidente ha ofrecido, al igual que hizo al valorar los resultados electorales, su oferta de colaboración y su mejor voluntad de “diálogo constructivo, abierto y realista, siempre dentro de la ley, al Gobierno que se constituya en Cataluña para resolver los problemas de los ciudadanos de Cataluña, para generar un marco de certidumbre y seguridad, y seguir creando empleo”.
“Espero que en Cataluña se abra, a partir de ahora, una etapa basada en el diálogo y no en el enfrentamiento, en la cooperación y no en la imposición, en la pluralidad y no en la unilateralidad”, ha sostenido.