
El presidente del gobierno convocó de urgencia a su séquito de fieles secuaces para evaluar el fracaso en las urnas. Colérico, en dicha reunión le ordenó a una de sus más obsecuentes servidoras, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, que de cualquier manera ‘inflara’ el número de votantes, ya que el rechazo se verificó en un 88% de venezolanos que no asistieron a sufragar.
El mundo entero vio las imágenes de desolación en esos centros de votación, pero los obsecuentes le aconsejaron a Maduro decir que votaron cerca de ocho millones a favor de la Constituyente, e incluso otros más serviles, dijeron que se elevara esa cifra de votantes.
Según datos fidedignos, la “constituyente de la muerte”, como ya se le define en el país, tuvo apenas 12% de participación y un 88% de abstención, es decir, 2 millones 400 mil.









