¿Por qué la censura?

Mujica dice que los ministerios no deben tener color partidario, pero no es así. Sus ministerios lo tienen nítidos. Color y número, el del Interior es número 609, la lista del MPP, de Mujica, Topolansky y Bonomi. Si no lo tuvieran y se hiciera política lógica Bonomi no podría seguir ni un minuto más, sencillamente no tiene capacidad para ser ministro de Interior. Si eso lo oculta insultando con la soberbia típica que quiere suplir la escasa inteligencia, es cosa de él. El otro día nuestro compañero José Carlos Cardoso lo aplanó con documentos y le demostró que Bonomi mintió. Dos escritos de la jueza actuante la Dra. Merialdo en el caso del motín del Comcar y dirigidos, con su firma, a la Suprema Corte de Justicia dejaron al desnudo que las afirmaciones de Bonomi de que los presos deshicieron la cárcel porque la jueza no autorizó actuar a la Policía fue sencillamente mentira del ministro, que con ello quiso ocultar su incapacidad para actuar. Luego acusó al Comisionado Parlamentario de tardar en llegar al motín, de desidia, pero en la interpelación la bancada del FA no permitió, por pedido de Bonomi, que el principal asesor sobre cárceles del Poder Legislativo, votado por la unanimidad de los partidos políticos, entrara a sala. No quería enfrentar su versión con Garcé. Bonomi es de aquellos valientes que posa de duro y habla mucho en la pulpería y se queda mudo y tiembla en la comisaría.
Habló cinco horas sin contestar, igual que en enero cuando lo interpelamos en la Comisión Permanente. No cree en el parlamento y se queja de que la oposición le pide informes, obviamente no entiende nada. Habla horas para huir del debate parlamentario. Es una técnica vieja, perimida, que solo se sostiene si se es muy débil, no se tiene argumentos o se quiere evitar una paliza parlamentaria. La acusación de que mintió como le hizo y demostró Cardoso, no la pudo levantar en cinco horas de homilía intrascendente, que pasó hasta por hablar de las guarderías del ministerio.
Su gestión es patética y no puede ser de otra manera por aquello de no pedirle peras al olmo. No hacen falta cinco horas para describirla, alcanza con unas líneas: los homicidios van a batir récord histórico, en el momento que leía en sala (porque solo lee lo que otros le escriben) su ministerio anunciaba un aumento de 75% de los homicidios con respecto a 2011. Las rapiñas este año superan 13% a igual período del año pasado que a su vez superan el anterior, en las cárceles mandan los presos tanto que su propio gobierno lo deja en off-side y le da la custodia de las cárceles a otro ministro, el de Defensa, porque esa es la realidad, no hay un número que le dé bien, y además transformó el ministerio en un comité del MPP lleno de contratos.
Haber estado enfrentado a la Policía en el pasado no es el problema más grave, pero la forma en que lo hizo él y un trágico episodio en particular sí. Todos saben a que nos referimos. Nadie puede comandar una fuerza a la que no puede mirar a los ojos.
Dice Topolansky que por atacar a Bonomi la oposición debe dejar los cargos en los entes. Yo le propongo a la senadora y a Bonomi algo más de fondo. El lunes se trata la censura, si el MPP la vota, entonces ponemos todos nuestros cargos en juego, incluida la senadora, y vamos a elecciones parlamentarias y que decida la gente. Vox populi, vox Dei. Si no les da el naipe, a callar.