Moyano, es además presidente de Independiente, uno de los equipos de fútbol más reconocidos de Argentina a nivel mundial.
Para el acto, muchos sindicatos argentinos no apoyaron a Hugo Moyano y hablaron de desestabilización, a lo que el millonario camionero respondió: “no venimos a amenazarlos, no somos desestabilizadores, somos hombres y mujeres de trabajo que venimos a decirle al Gobierno que no apliquen más políticas que hambreen a nuestros trabajadores y a nuestros hijos, porque están hipotecando al país”.
Viejos personajes de la política argentina que dejaron al país fundido, acompañaron a Moyano en su acto. Allí aparecieron Máximo Kirchner, la cuestionada titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, el diputado ultrakirchnerista Andrés Larroque y Héctor Recalde, asesor de la expresidente y miembros de la agrupación ultra, “La Cámpora”, entre otros.
En su discurso, el “sindicalista” Moyano apeló al viejo mensaje de barricada que muchos no creen: “Les digo a estos señores (al gobierno) y les ratifico a los trabajadores: no tengo miedo de ir preso. Estoy dispuesto a ir preso si la Justicia cree que tengo que ir. No tengo miedo de que me maten, estoy dispuesto a dar la vida por los trabajadores. Lo digo de corazón, compañeros. Acá estoy, no me voy a ir del país, no tengo plata afuera”.
Hugo Moyano y su hijo Pablo están imputados en la causa en que se investiga a una asociación ilícita, encabezada por el barrabrava de Independiente Pablo “Bebote” Álvarez, que habría defraudado en millones de pesos al club de Avellaneda, revelaron a Clarín fuentes judiciales.
La Procuraduría que investiga lavado de activos (Procelac) denunció a Hugo Moyano y su hijo Pablo, la Federación de Camioneros, el correo privado OCA y otras empresas y entidades por presunto lavado de activos de origen ilícito.