
El presidente del Tribunal Supremo de Justicia venezolano, Maikel Moreno, un exconvicto por homicidio cuando era miembro de la policía secreta, dijo este martes que el Parlamento, con mayoría opositora, no tiene “legitimidad” para iniciar, un proceso para destituir a los magistrados que dirigen el Poder Judicial.
El Parlamento quiere separar a los jueces chavistas, que carecen de independencia y que dictaron un fallo donde quitaban la inmunidad parlamentaria y daban al Supremo las facultades del Poder Legislativo mientras este permaneciera en desacato.
La Carta Magna venezolana señala que “los magistrados del Supremo podrán ser removidos por la Asamblea Nacional mediante una mayoría calificada de las dos terceras partes de sus integrantes, previa audiencia concedida al interesado, en caso de faltas graves ya calificadas por el Poder Ciudadano”.
El Presidente del TSJ, Maikel Moreno, que además de ser un exconvicto por homicidio, fue en su momento expulsado del Poder Judicial por irregularidades y volvió amparado por Maduro, dijo que “en los actuales momentos la AN en desacato carece de legalidad y legitimidad para remover a Magistrados”.









