
La Constitución ya no existe, la han destrozado y mancillado de la manera más vil, un grupo de personajes que gobiernan a su antojo y que son capaces de las mayores atrocidades en contra del pueblo venezolano que padece una de las dictaduras más crueles de América Latina.
Nombres que pasarán a la historia como los violadores de la Carta Magna, a la que han pisoteado sin ningún miramiento, envalentonados en la intolerancia y en la prepotencia.
Ante los desmanes incalificables del régimen chavista encabezado por Maduro y sus secuaces, es imprescindible tener presente quienes son los desestabilizadores de la democracia en Venezuela.
El jefe de la gavilla, Nicolás Maduro, un tirano sin inteligencia y sin educación; bueno ¿dónde hay un dictador inteligente?.
Diosdado Cabello, un tenebroso personaje que funge de “bravucón”, amparado en la fuerza que despliegan la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y el despiadado Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), brazos ejecutores de la dictadura de Nicolás Maduro.
Tareck El Aissami, un intolerante venezolano-sirio, nombrado a dedo como vicepresidente del régimen, que se ocupa de la represión, pero está acusado de tráfico de drogas y supuestos vínculos con grupos terroristas.
Delcy Eloina Rodríguez, es la canciller del régimen del terror y una máquina de insultos y agravios a quién se le ponga por delante, le gusta más generar un escándalo que actuar con diplomacia, tema del que no tiene el mínimo conocimiento.
Héctor Rodríguez, es un ultrachavista jefe del Bloque de la Patria en la Asamblea Nacional de Venezuela. Es un personaje desagradable dentro de los muchos que viven postrados al servicio del régimen; es más, es el “mandadero” de Maduro que tanto sirve para un barrido como para un fregado.
Iris Varela, ministra de Asuntos Penitenciarios, su boca es una cloaca cuando insulta tratando de defender al nefasto sistema carcelario de Venezuela, uno de los peores del mundo. No sabe explicar la aparición de cadáveres escondidos en una prisión bolivariana.
Gladys Gutiérrez Alvarado, expresidenta del inexistente Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, una obsecuente chavista, capaz de torcer y violar la Carta Magna para darle ilegalmente la razón al gobierno dictatorial.
Tibisay Lucena, al frente del ultrachavista Consejo Nacional Electoral (CNE), donde solo recibe órdenes de la dictadura y desde donde crea e inventa normas para hacer desaparecer a los partidos de la oposición.
Vladimir Padrino López, ministro del Poder Popular para la Defensa, en contra de la Constitución ha politizado a las Fuerzas Armadas obligándolas a alabar a Hugo Chávez en actos públicos.
Maikel Moreno, El nuevo presidente del Tribunal Supremo de Justicia del chavismo, Maikel José Moreno Pérez, un exconvicto por homicidio, es un ex funcionario policial condenado por el asesinato de una joven en el Estado de Bolívar en 1987, mientras era miembro de la temible policía política venezolana. El oscuro pasado de Moreno Pérez, se refleja en su prontuario donde destaca que en 1987 fue condenado y enviado a la cárcel por ese asesinato y solo llegó a estar dos años en prisión por este crimen, viéndose beneficiado por un artilugio procesal, salió en libertad y volvió a ocupar su cargo policial.
Nuevamente en 1989 Maikel Moreno Pérez, aparece involucrado en el homicidio de Rubén Gil Márquez, un hecho ocurrido en Caracas. No se pudo demostrar su culpabilidad, pero fue dado de baja de su cargo de oficial de seguridad.












