El Ministerio de Exteriores de Rusia emitió este viernes un comunicado sobre la situación actual en Venezuela. Acusa que el Parlamento del país está controlado por “un ala radical del campo antigubernamental” que han provocado el aumento de la “retórica agresiva” y se encaminan hacia la “desobediencia civil”, expresa sin reconocer el avasallamiento del gobierno de Maduro al pueblo venezolano y nada menciona de la falta de libertades y el deterioro de los derechos humanos.
En una clara intromisión en los asuntos internos del país, la cancillería rusa expresa que por el momento “se está llevando a cabo la preparación de manifestaciones planeadas los próximos días” que pueden provocar, (o que “están orquestadas de esa manera”), enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y dejar víctimas y sembrar violencia, según informa el portal ruso RT.
Sin autoridad para hacerlo, el ministerio de Exteriores calificó de “escenario colorido” la problemática venezolana, que “por desgracia no es nuevo”, y advierte que sus consecuencias son fáciles de predecir con base a acontecimientos similares en otros países del mundo en los últimos años.
“Las acciones violentas no solucionaban los problemas y solo conducirán a una mayor división de la sociedad, a más intolerancia, a confrontaciones violentas y a la desestabilización de la situación en la región”, enfatiza.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso cree que “los provocadores tienen que entender que no van a lograr apoyo”, ya que ello “contradice las decisiones a favor de la legitimidad y orden constitucionales adoptados por todos los Estados del hemisferio oeste”. Además ello va en contra de las aspiraciones de los venezolanos de “buscar soluciones, por muy complicadas que sean, no en una confrontación violenta y un ambiente de mítines, sino en mesa de negociación”. Lo último persigue “la paz y la estabilidad” en la región.
El insólito comunicado no menciona los atropellos a la democracia por parte del Gobierno, las amenazas a quien piensa diferente, el encarcelamiento forzado y el trato inhumano a los presos políticos y no expresa nada sobre el ilegítimo Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que perdió la independencia y actúa vergonzosamente bajo las órdenes del régimen.












