Los rebeldes del PSOE, como Miguel Iceta de Cataluña y Francina Armengol de Islas Baleares, no ignoran que con sus actitudes intransigentes al estilo Pedro Sánchez, pueden crear un cisma que termine por desbarrancar a los socialistas.
Nadie ignora que si se llega a unas terceras elecciones, el PSOE será culpado por la ciudadanía y lo terminará pagando en las urnas, pero los egos de Iceta y Armengol, son más fuertes que el sentido común.
De la mano de Sánchez el PSOE comenzó a desaparecer, pero estos dos personajes insisten en enterrar a los socialistas y culminar el trabajo de demolición del renunciante exsecretario general, que dejó a su partido con la vergonzante cantidad de tan solo 85 escaños en el Congreso. Un hecho inédito en la historia del viejo partido.
Los ciudadanos están cansados de ver como primero están las ambiciones personales de algunos políticos que las necesidades del pueblo español. Iceta y Armengol, son la prueba de ello.
Si se llegara a unas terceras elecciones no caben dudas que el PP cosechará más votos y el PSOE, de los magros 85 escaños, caerá aún más y el descalabro será humillante.
En vez de pensar de no ir en contra de la mayoría y rearmarse en estos cuatro años, ser oposición y buscar un candidato creíble, lejos de la intolerancia de Pedro Sánchez, Iceta y Armengol quieren romper todo y liquidar lo poco que aún sobrevive del PSOE.
La lamentable actitud de la dirigente socialista le hace olvidar que el PP facilitó que Armengol siguiera gobernando en el Consell de Mallorca cuando quedó en minoría.









