Las marchas y contramarchas del socialista Pedro Sánchez son el mejor ejemplo que las promesas y afirmaciones de los políticos no resisten el archivo del tiempo y menos en épocas de Internet.
Su rotundo ‘no’ a la investidura de Rajoy se mantiene firme, pero esa firmeza de ideas no se ha visto poco tiempo atrás cuando públicamente Pedro Sánchez aseguraba que nunca pactaría con Podemos: “Ni antes ni después el Partido Socialista va a pactar con el populismo” y más tarde agregaba en forma contundente: “el populismo es la Venezuela de Chávez, la pobreza, las cartillas de racionamiento, la falta de democracia y, sobre todo, la desigualdad”, dijo en una entrevista en Antena 3 en septiembre de 2014.
Pero luego ese ‘no’ desaparecía y buscaba el apoyo de los populistas de Podemos y llegó a pactos en varias regiones con la formación de Pablo Iglesias, como en Castilla La Mancha, un acuerdo hoy abandonado por los podemitas.
Luego llegaría el intento y la insistencia casi vergonzante de Sánchez de formar gobierno con Podemos, algo que los propios populistas rechazaron votando en contra de la investidura del candidato socialista.
Este sábado, Pedro Sánchez, se verá cara a cara con la realidad en el comité federal. La hora de los juegos toca a su fin.