Al menos una persona falleció y unas 50 resultaron heridas este martes por la tarde tras un choque frontal entre dos trenes que cubrían la ruta turística hacia el Parque Arqueológico Nacional de Machu Picchu, en la localidad de Ollantaytambo, provincia de Urubamba, en el sur de Perú.
El accidente se produjo en un tramo de vía única, sin carreteras adyacentes, en una de las rutas ferroviarias más transitadas del país. Los trenes involucrados pertenecen a las empresas PerúRail e Inca Rail, que operan el principal acceso ferroviario a la ciudadela inca. La estrechez del camino impidió el aterrizaje de helicópteros, lo que dificultó las labores de evacuación y atención de los heridos.
La víctima mortal fue identificada como uno de los maquinistas, correspondiente al tren de la empresa Inca Rail. Los heridos, de diversa consideración y de distintas nacionalidades —entre ellos varios ciudadanos brasileños—, fueron trasladados inicialmente en trenes de apoyo hasta apeaderos con mejores condiciones de acceso. Desde allí, los casos más graves fueron derivados en ambulancias a distintos hospitales de la ciudad de Cusco, ubicada a unas dos horas del lugar del siniestro.
Según informó la empresa Ferrocarril Transandino, concesionaria de la vía férrea, la circulación de trenes entre Ollantaytambo y Machu Picchu se restableció a la 1.31 hora local (6.31 GMT), luego de que durante la madrugada se retiraran las dos unidades siniestradas.
El servicio ferroviario había quedado suspendido desde las 13.20 hora local (18.20 GMT) del martes, cuando se reportó la colisión frontal entre un tren que se dirigía desde Ollantaytambo hacia Machu Picchu y otro que realizaba el trayecto en sentido inverso. Hasta el momento, las causas del accidente no han sido determinadas y se encuentran bajo investigación.
Durante la madrugada, las autoridades y las empresas operadoras coordinaron el traslado de cientos de turistas que quedaron varados en las estaciones de Ollantaytambo y Machu Picchu, en plena temporada alta por las fiestas navideñas. En este periodo, el aforo diario para visitar Machu Picchu se incrementa hasta 5.600 personas, lo que intensifica la presión sobre el sistema ferroviario, único medio de acceso para la mayoría de los visitantes.













