La Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (MOE/OEA), encabezada por el ex Canciller de Paraguay Eladio Loizaga, tomó nota este miércoles de la declaratoria oficial de la elección presidencial de Honduras emitida por el órgano electoral competente. La decisión fue adoptada por el cuerpo colegiado constitucionalmente mandatado, en un contexto poselectoral de alta polarización y complejidad que ha afectado la tranquilidad, autonomía e incluso la integridad personal de las autoridades electorales y de sus familias.
La Misión reconoció que diversos actores han expresado desacuerdos con el proceso electoral y con su desenlace. En ese marco, la MOE/OEA llamó a concluir los procedimientos aún en curso y reafirmó que no identificó elementos fraudulentos determinantes. A su juicio, los resultados declarados reflejan la voluntad expresada por la ciudadanía en las urnas contabilizadas. En caso de existir impugnaciones, instó a que estas se canalicen exclusivamente por las vías jurídicas correspondientes.
Tal como fue informado por el Jefe de Misión ante el Consejo Permanente de la OEA el pasado 15 de diciembre, durante la etapa poselectoral se registraron demoras en la gestión del material replegado y limitaciones en la implementación de soluciones tecnológicas para el procesamiento de resultados. Si bien estas deficiencias afectaron la oportunidad y claridad de la información oficial, la Misión constató que no comprometieron la integridad de la elección. Asimismo, advirtió que la circulación de desinformación generó incertidumbre en la población, situación agravada por la falta de comunicaciones institucionales oportunas por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).
La MOE/OEA también constató actos de violencia en el Centro Logístico Electoral y en el Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP), tanto antes como durante la realización del escrutinio especial. Estos hechos obligaron al repliegue temporal de los equipos de observación de la OEA en al menos tres ocasiones —lunes 15, sábado 20 y martes 23 de diciembre—. La Misión condenó enérgicamente estos actos e hizo un llamado a la reflexión a las agrupaciones políticas para evitar la repetición de acciones inaceptables. En particular, lamentó el hostigamiento y la violencia ejercidos contra mujeres que participaron como miembros de mesa durante el escrutinio especial, en contravención de los valores democráticos.
La Misión de la OEA permanece en Honduras desde el 18 de noviembre, observando los preparativos electorales, la jornada de votación del 30 de noviembre y las labores de escrutinio de manera ininterrumpida en el Centro Logístico Electoral, la bodega tecnológica y otros espacios de conteo. Durante este período, el equipo observó conflictos internos en el pleno del CNE y del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), un marco normativo deficiente, oposición de fuerzas políticas y sociales, así como limitaciones de pericia técnica tanto en las instituciones electorales como en los contratistas seleccionados.
Estas deficiencias derivaron en retrasos, problemas logísticos y técnicos, e incluso episodios de parálisis institucional. No obstante, la MOE/OEA subrayó que no encontró elementos que permitan concluir que dichas dificultades hayan tenido como propósito o efecto alterar o manipular la voluntad popular expresada en las urnas.
