Por Equipo de Economía de ICN.-
Cristina Kirchner: estadísticas bajo sospecha
Entre 2007 y 2015, durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, la pobreza se convirtió en un tema incómodo. En 2013, el INDEC dejó de publicar datos oficiales, alegando ajustes metodológicos. Mientras las cifras oficiales hablaban de menos del 5 %, organismos como la CEPAL y estudios independientes estimaban que la pobreza real rondaba el 25 % en 2014. La falta de transparencia marcó una etapa donde la discusión pública se basaba más en percepciones que en datos verificables.
Alberto Fernández: la pobreza vuelve a escena
Con el regreso de estadísticas, el gobierno de Alberto Fernández asumió en 2019 con una pobreza del 35,5 %. La pandemia, la recesión y la inflación dispararon los indicadores: para el segundo semestre de 2023, la pobreza alcanzaba el 41,7 % y la indigencia el 11,9 %. En números concretos: 19,5 millones de argentinos pobres, incluidos 6,5 millones de niños. El deterioro social fue uno de los legados más críticos de su gestión. UNICEF informó en febrero de 2023, durante el gobierno kirchnerista, que dos de cada tres niños en Argentina (aproximadamente 8.8 millones) son pobres, considerando tanto la pobreza monetaria (ingresos) como la privación de derechos básicos como educación, salud, vivienda o acceso a agua segura.
Milei: del pico histórico a la caída acelerada
La transición hacia Javier Milei comenzó con un shock: en el primer semestre de 2024, la pobreza trepó al 52,9 %, el nivel más alto en décadas. La indigencia llegó al 20 %. Sin embargo, las políticas de ajuste fiscal, control de inflación y recorte de subsidios generaron un cambio abrupto. Para el segundo semestre de 2024, la pobreza bajó al 38,1 %, y en el primer semestre de 2025 se ubicó en 31,6 %, según el INDEC. La UCA, más cauta, estima 36,3 % para el tercer trimestre de 2025, advirtiendo que parte de la mejora podría ser estadística más que real.
¿Mejora sostenible o espejismo?
La caída de más de 20 puntos en un año es inédita, pero persisten dudas: ¿es una recuperación genuina o un alivio temporal? La informalidad laboral, la falta de empleo de calidad y la dependencia de transferencias sociales siguen siendo problemas estructurales. Argentina enfrenta el desafío de consolidar esta mejora sin volver a los ciclos de crisis que han marcado su historia reciente.
La pobreza en Argentina es más que un número: es el reflejo de décadas de políticas inconsistentes, crisis recurrentes y falta de consensos. Del ocultamiento estadístico al ajuste extremo, el país oscila entre modelos opuestos sin resolver su problema de fondo: cómo garantizar oportunidades reales para millones de ciudadanos. El próximo capítulo dependerá de si las reformas actuales logran estabilidad sin sacrificar inclusión social.













