😂 ¡El archivo histórico de Caza-Apuestas y las deudas de honor que no se pagan (Video)

El día en que Gregorio Dalbón - abogado de Cristina Kirchner - apostó públicamente por su honor que su defendida no iría presa, Hasta hoy no pagó la apuesta perdida

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Gregorio Dalbon, abogado de Cristina Kirchner X @gregoriodalbon

Por Paco Tilla.-

El abogado argentino Gregorio Dalbón (apoderado de Cristina Kirchner) y el periodista Luis Gasulla nos regalaron -previo a la prisión de la expresidenta- un momento épico de televisión, digno de enmarcar y ponerle música de suspenso.

La declaración profética de Gasulla

  • El Periodista: Luis Gasulla, con la convicción de un Nostradamus moderno, soltó la frase que encendió la mecha: “Yo vengo del Hospital Álvarez simplemente para decirle a Dalbón que Cristina inexorablemente va a terminar presa.”

  • La Apuesta de Dalbón: Dalbón, ni corto ni perezoso, respondió con la legendaria pregunta de los desafíos: “¿Cuánto querés apostar?

El desafío por el “Honor” 🏅

Cuando el tema de la plata se puso incómodo (Gasulla tiró el memorable: “No tengo plata. La plata la tienen ustedes“), la apuesta se elevó a la categoría más alta: ¡el honor!

  • El Premio: El perdedor debe “pedir perdón” al ganador. Un castigo moral, pero en televisión, ¡mucho más doloroso que perder dinero!


    ⏳ El lado cómico de la historia (hasta ahora)

    El video, viralizado por la cuenta Indignado, es un recordatorio de que las palabras, especialmente en vivo, tienen una vida muy larga.

    • El Status de la Apuesta: Si bien el tiempo ha pasado y la situación judicial de la expresidenta ha tenido innumerables giros, la deuda de “pedir perdón” de Dalbón a Gasulla por esa apuesta… ¡sigue pendiente!

    • La Mofa de la Red: Las redes sociales se están dando un banquete con este clip, demostrando que no hay nada más entretenido que ver a dos personas comprometer su “honor” ante las cámaras por un pronóstico político.

    ¡Este es el tipo de archivo histórico que merece un premio! Un gran ejemplo de que las hemerotecas (o videotecas) a veces no solo informan, sino que también cobran viejas deudas de honor con un toque de humor involuntario.