El presidente francés, Emmanuel Macron, buscó este miércoles apaciguar la creciente irritación del campo francés al anunciar que, en su estado actual, el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur recibirá “un no rotundo de Francia”.
El mandatario hizo el anuncio durante una reunión con unos 300 agricultores en Toulouse, donde escuchó las preocupaciones del sector ante la posible competencia de productos importados desde América del Sur. Los asistentes pidieron explicaciones sobre el tratado de libre comercio con el Mercosur —integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay—, después de que Macron asegurara la semana pasada que veía “perspectivas positivas” para la firma del acuerdo.
Según la ministra de Agricultura, Annie Genevard, presente en el encuentro, el presidente reiteró que Francia “no puede validar” el pacto en su forma actual, al carecer de cláusulas de salvaguardia sólidas y de las llamadas “medidas espejo”, destinadas a garantizar que las importaciones respeten las mismas normas sanitarias, ambientales y laborales que rigen dentro de la Unión Europea.
“Francia no puede validar en estos momentos el proyecto de acuerdo porque no protege los intereses de nuestros agricultores. No se puede aceptar que se importen alimentos que no respeten las reglas que imponemos a nuestros propios productores”, afirmó Genevard.
El argumento central del sector agrícola francés es que el tratado permitiría el ingreso masivo de alimentos latinoamericanos producidos bajo estándares más laxos, lo que podría generar una situación de “dumping ambiental y social” y dejar en desventaja a los pequeños y medianos productores europeos.












