El turismo en España 2025. El motor de una economía que desafía pronósticos

En medio de una economía global incierta, el turismo se consolida como el motor clave de crecimiento en España. Tras un 2024 histórico con casi 94 millones de visitantes, el país se proyecta en 2025 como líder europeo en sostenibilidad e innovación turística. Este fenómeno impulsa el empleo, fortalece el PIB y redefine el modelo turístico hacia la calidad y la experiencia transformadora.

0
5

Por Héctor J. Zarzosa González *

En un contexto de incertidumbre económica global, el turismo se ha consolidado como el bastión inquebrantable de la economía española. Con una evolución que ha superado incluso las previsiones más optimistas, el sector no solo ha impulsado la creación de empleo y el crecimiento del PIB, sino que ha posicionado a España como un laboratorio de innovación para el futuro del turismo europeo.

El año 2024 estableció un nuevo paradigma para el turismo en España. El país recibió la cifra récord de 93,8 millones de turistas internacionales, marcando su octavo año consecutivo de crecimiento y reafirmando su posición como el segundo destino más visitado del mundo. Este volumen de visitantes no fue un hecho aislado, sino el resultado de una demanda sólida y diversificada.

Los mercados emisores tradicionales mantuvieron su fortaleza: el Reino Unido lideró las llegadas con 18,4 millones de visitantes, seguido por Francia (13 millones) y Alemania (11,9 millones). Sin embargo, destacó el crecimiento de los mercados norteamericano e italiano, con 4,2 y 5,4 millones de turistas respectivamente, evidenciando el atractivo transversal de la oferta española.

Este desempeño excepcional fue clave para la economía nacional. El PIB de España creció un 3,2% en 2024, una tasa destacada en el contexto europeo, sustentada en gran medida por el vigor del gasto turístico. La contribución del turismo al PIB alcanzó el 12,3%, consolidando su papel estructural. Además, el sector fue motor de empleo, ayudando a reducir la tasa de desempleo al 11,4% y manteniendo una tendencia positiva en la creación de puestos de trabajo.

Para 2025, las perspectivas apuntan a una consolidación del crecimiento, aunque a un ritmo más moderado. La Comisión Europea proyecta un crecimiento del PIB del 2,6%, que se reducirá al 2,0% en 2026, en parte por la normalización de la demanda tras años de récords y por un entorno internacional menos favorable.

La evolución del turismo estará marcada por la transición hacia un modelo más cualitativo y sostenible, alejándose del enfoque centrado en el volumen. Este giro estratégico ha sido reconocido por la Comisión Europea, que ha nombrado a Benidorm como “European Green Pioneer of Smart Tourism 2025”.

España se adapta con agilidad a las nuevas demandas globales: experiencias transformadoras, bienestar, inmersión cultural, retiros de salud y viajes en solitario. Gracias a su diversidad de paisajes y riqueza cultural, el país está bien posicionado para capitalizar estas tendencias.

Indicadores Económicos Clave de España (2024-2026). Fuente: Comisión Europea

Indicadores Económicos Clave de España (2024-2026). Fuente: Comisión Europea

El impacto del turismo trasciende con creces los ingresos directos por hoteles y restaurantes. Es un estabilizador macroeconómico clave para España. En 2025, se anticipa que el déficit público se reduzca al 2,8% del PIB, un descenso impulsado por el fuerte crecimiento de los ingresos fiscales, donde el sector turístico es un contribuyente esencial . Además, la ratio de deuda pública sobre PIB continuará su senda descendente, situándose en el 100,9% en 2025, gracias en parte al vigoroso crecimiento nominal de la economía, alimentado por el turismo.

En el contexto europeo, el crecimiento de España en 2024 (3,2%) y su proyección para 2025 (2,6%) superan con creces la media de la zona euro . Este dinamismo convierte a la economía española en una de las más pujantes del bloque comunitario, ayudando a compensar la debilidad de otros socios. La convergencia en renta continúa: en 2024, España alcanzó el 92% del PIB per cápita medio de la UE (en paridad de poder adquisitivo), un logro significativo que refleja un progreso económico sólido y continuado.

El futuro del turismo español, no obstante, no está exento de desafíos. La incertidumbre geopolítica y las tensiones comerciales globales suponen un riesgo para la confianza y la inversión . Además, la transición ecológica y digital del sector requiere inversiones continuas y una adaptación constante para mantener la competitividad.

Las oportunidades, sin embargo, son inmensas. España está llamada a ser un laboratorio de las principales tendencias turísticas, desde el wellness y el ecoturismo hasta la personalización masiva mediante inteligencia artificial. La continuada implementación del Plan de Recuperación y Resiliencia de la UE será crucial para financiar esta transformación, reforzando la inversión y la capacidad innovadora del ecosistema turístico nacional.

El turismo español ha demostrado ser mucho más que sol y playa; es un ecosistema complejo, resiliente y en constante evolución que impulsa la prosperidad del país. En 2025, lejos de conformarse con los récords de 2024, el sector se reinventa, priorizando la calidad, la sostenibilidad y la experiencia única. En el tablero europeo, España no es solo un destino de vacaciones; es una potencia económica cuyo motor turístico ayuda a arrastrar al conjunto de la economía de la región, desafiando los vientos en contra y esbozando el futuro del viaje responsable y memorable.

*Perfil del autor

Héctor J. Zarzosa González es Ingeniero Superior de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM),  MBA y master Project Management Internacional.
Es Corresponsal de ICN Diario en Europa.
Es Director de Silicon Valley Global y de la Fundación Uniteco.
Es director de diferentes planes formativos, siendo docente en universidades como la UPM, la Universidad de Alcalá o la Universidad San Francisco de Quito.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here