La ciudad amazónica de Belém se convierte hoy y mañana en el epicentro del debate global sobre el cambio climático con la celebración de la Cumbre del Clima, convocada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El evento reúne a jefes de Estado, ministros y representantes de organizaciones internacionales para impulsar una transición energética justa y sostenible y reforzar los compromisos en materia de conservación de los bosques y la biodiversidad.
La cita tiene lugar en el Parque da Cidade y representa un hito político y diplomático en la antesala de la COP30, que se celebrará también en Belém del 10 al 21 de noviembre. Según el embajador Mauricio Lyrio, secretario de Clima, Energía y Medio Ambiente del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE), la programación incluye una plenaria general inaugurada por el presidente Lula, tres sesiones temáticas y un almuerzo del Fondo de Bosques Tropicales (TFFF).
“A lo largo de los dos días tendremos tres sesiones presididas por el presidente. El 6 de noviembre se abordará el tema Bosques y Océanos; el 7, Transición Energética y, en la tarde, una sesión final dedicada a los 10 años del Acuerdo de París, NDC y financiamiento”, detalló Lyrio.
Brasil apuesta por el liderazgo político en la agenda climática
La embajadora Liliam Chagas, directora del Departamento de Clima del MRE y negociadora de Brasil ante la COP30, destacó que la elección de Belém como sede de la Cumbre refleja la voluntad del país de elevar el nivel político del enfrentamiento al cambio climático.
“El mundo necesita revertir la tendencia de aumento de temperatura. Ya contamos con reglas y mecanismos que permiten reducir emisiones; ahora es momento de dar al tema la importancia política que merece”, afirmó Chagas.
La diplomática subrayó además que la Cumbre busca impulsar el diálogo entre los máximos líderes del planeta, de cara a las negociaciones que tendrán lugar en la COP30.
La Hoja de Ruta de Bakú a Belém: movilizar 1,3 billones de dólares anuales
En el marco del evento, las presidencias de la COP29 (Azerbaiyán) y la COP30 (Brasil) presentaron la Hoja de Ruta de Bakú a Belém, un plan estratégico destinado a movilizar al menos 1,3 billones de dólares por año en financiamiento climático para los países en desarrollo hasta 2035.
Los presidentes Mukhtar Babayev y André Corrêa do Lago destacaron que el objetivo es ambicioso pero viable, siempre que se combinen fuentes tradicionales de financiamiento con nuevos mecanismos financieros innovadores.
“Necesitamos actuar, y el momento es ahora. Los compromisos climáticos para 2030 y 2035 son una oportunidad de transformar promesas en desarrollo sostenible, proteger el planeta y generar prosperidad para todos”, sostuvo Babayev.
Cinco frentes de acción hacia 2035
La Hoja de Ruta establece cinco áreas prioritarias que orientarán la movilización de recursos en los próximos diez años: el reabastecimiento de subsidios y capital de bajo costo; el reequilibrio del espacio fiscal y de la sostenibilidad de la deuda; la redirección del financiamiento privado y la reducción del costo de capital; la reestructuración de la capacidad institucional para carteras climáticas de gran escala; y la reformulación de los sistemas financieros para lograr flujos de capital más equitativos.
Estos ejes buscan garantizar un flujo estable de financiamiento para adaptación, mitigación, pérdidas y daños, energía limpia, sistemas alimentarios sostenibles y transiciones justas, con especial atención a los países más vulnerables.
Un paso decisivo hacia la COP30
La Cumbre del Clima de Belém no solo marca el inicio de una intensa agenda ambiental para Brasil, sino que también consolida a la región amazónica como símbolo global de las soluciones climáticas. En un contexto de creciente urgencia por los impactos del cambio climático, el encuentro busca reafirmar compromisos, fortalecer alianzas internacionales y abrir el camino hacia la COP30, donde se definirán los próximos pasos en la implementación del Acuerdo de París.













