Uruguay aprueba la eutanasia con una ley sin garantías: el senador suplente Ope Pasquet impulsor de un proyecto mal definido como “muerte digna”

En el Partido Colorado, en la banca de Robert Silva que pidió licencia, estuvo el polémico senador suplente Ope Pasquet, uno de los mayores impulsores de la legalización de la eutanasia, que trató de convencer con sus explicaciones ambiguas de los beneficios de la eutanasia

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La muerte camina por el Senado de Uruguay

Por Raúl Vallarino.-

En una triste jornada en el Senado de Uruguay, se aprobó este miércoles (15) el proyecto de ley sobre eutanasia y mal denominado como “muerte digna”.

Una ley sin pies ni cabeza, donde la muerte triunfa sobre la vida y sus promotores festejan, ignorando el sentimiento de las mayorías y sin argumentos claros para defender la supuesta “muerte digna” que no es tal.

El exministro de Salud Pública, Daniel Salinas, realizó una publicación en sus redes sociales en la que se expresó en contra del proyecto de ley muerte digna, que pretende legalizar la eutanasia. El hoy decano de la Facultad de la Salud de la Universidad Católica realizó lo que tituló como “reflexiones previas a la consideración” del proyecto en el Senado.

Caminando al lado de la muerte

En el Partido Colorado, en la banca de Robert Silva que pidió licencia y le prestó su asiento al polémico senador suplente Ope Pasquet, uno de los mayores impulsores de la legalización de la eutanasia, que dio explicaciones ambiguas de los presuntos beneficios de la eutanasia.

Senador suplente del Partido Colorado, Ope Pasquet, defensor de la eutanasia, pero sin argumentos para defender su ley 

Según Pasquet, “más allá de la discusión de la redacción del articulado, la cuestión de fondo” es si las personas tienen “derecho de disponer de la vida” o si están “condenadas a vivir en cualquier tiempo y circunstancias”. Y apuntó, “Votemos la ley de muerte digna y estaremos haciendo honor a la mejor tradición libertaria y humanitaria de Uruguay”.

No señor Pasquet, no se confunda y no nos involucre a todos los orientales en sus deseos personales. La “mejor tradición libertaria y humanitaria de Uruguay”, no aplaude la muerte, se distingue con la vida y no se manifiesta de la forma en que usted -erróneamente- la define.

Si usted tiene derecho a exponer sus ideas, yo, como ciudadano, tengo mi derecho a discrepar y sus explicaciones no son satisfactorias.

Claramente, señor Pasquet, usted no me representa como a los uruguayos de su partido que no le dieron el voto para revalidar su banca.

En defensa de la vida