
El reciente caso en Argentina donde el político oficialista José Luis Espert renunció a su candidatura como diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, en medio de un escándalo que lo vinculaba con el empresario Federico “Fred” Machado, acusado de narcotráfico y lavado de dinero y por el cual el gobierno de Milei aceptó el pedido de extraditar a Machado a EEUU.
Se reveló que Espert habría recibido una transferencia de USD 200.000 de una empresa vinculada a Machado, quien ya está detenido por delitos relacionados con el narcotráfico. Además, se supo que Espert habría utilizado avionetas y vehículos proporcionados por Machado durante campañas electorales anteriores.
El dirigente kirchnerista Juan Grabois presentó una denuncia penal contra José Luis Espert por presuntos vínculos con el narcotráfico y lavado de dinero. Grabois sostiene que los fondos provienen de una organización criminal juzgada en Texas.
Juan Grabois, no es precisamente un pacifista, genera violencia en sus acciones como cuando incita a tomar tierras a la fuerza y amenaza con derramar sangre si sus demandas no son aceptadas y reconoce que habría “salido de caño” (robo con armas) si fuera necesario.
La doble vara de medir de Grabois y su jefa CFK
Grabois dijo sobre la renuncia de Espert, “Es una batalla ganada contra las fuerzas del mal”, pero más allá de todo, las actitudes del kirchnerista no son las de un defensor de la justicia y tanto él como su jefa política Cristina Fernández de Kirchner (CFK), que denuncian lazos con el narcotráfico, paralelamente se muestran en estas mismas horas con el expresidente de Colombia, Ernesto Samper, quien después de negarlo infinidad de veces, admitió que su campaña electoral que lo llevó a la presidencia de su país fue financiada por el Cártel de Cali.
Poco después de su victoria presidencial en 1994, Ernesto Samper fue acusado por Andrés Pastrana de haber recibido donaciones de campaña del Cártel de Cali por valor de 3,75 millones de dólares estadounidenses , con el periodista Alberto Giraldo López como intermediario, como denuncia el diario EL PAÍS de Madrid – LEA: El ex contable del ‘cartel de Cali’ detalla cómo financiaron la campaña de Samper
Tanto CFK, presa por corrupta y su acólito Juan Grabois, se “horrorizan” públicamente de la relación de Espert con un narcotraficante, mientras la presidiaria recibe al expresidente colombiano en su lujoso piso de la calle San José 1111, en Buenos Aires, donde supuestamente cumple condena por sus delitos en la causa Vialidad.
Y Juan Grabois participa en un evento reciente en Buenos Aires con Ernesto Samper y Máximo Kirchner, mientras la prensa militante aplaude.

Entonces, si es compañero ideológico, todo se perdona…