Ecuador volvió a ser escenario de violencia penitenciaria este jueves, cuando un enfrentamiento entre bandas rivales en la cárcel de Esmeraldas, al norte del país, dejó al menos 17 reclusos muertos, según confirmó el Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI).
De acuerdo con las primeras investigaciones, la violencia se desató tras una falsa alarma iniciada por un privado de libertad. El hecho fue aprovechado por otros internos, quienes arrebataron las llaves de las celdas a un agente penitenciario, lo que facilitó la confrontación. Las autoridades señalan como posibles responsables a las bandas criminales Los Tiguerones, Los Lobos y Los Choneros, históricamente enfrentadas por el control de las cárceles y el territorio.
Este nuevo estallido ocurre apenas un día después de otra revuelta en una cárcel del sur del país, donde murieron 14 presos y otros 14 resultaron heridos. Con ello, la cifra de fallecidos en disturbios carcelarios asciende a 30 reclusos en los últimos tres días, además de un guardia penitenciario.
El presidente Daniel Noboa, quien ha prometido endurecer la lucha contra el crimen organizado, responsabilizó a las organizaciones criminales de sembrar el caos en los centros penitenciarios como parte de su disputa por el poder.
