La inoperante Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se reúne anualmente en algún país del bloque, en un acto fastuoso donde nunca logra que sus resoluciones se lleven a cabo, ha emitido un comunicado donde rechaza la presencia de naves y tropas estadounidenses para combatir en narcotráfico en el Caribe.
Con este rechazo el bloque regional no cuestiona que el mar del Caribe sea utilizado por el narcotráfico para inundar los países de la región con drogas ilegales como se ha demostrado.
Ninguno de los países firmantes se ofrece para ayudar a neutralizar el grave flagelo.
Colombia se contradice
Contradiciendo al presidente Gustavo Petro, el ministro de Defensa de Colombia, general Pedro Sánchez, dio el aval a la decisión del gobierno de los Estados Unidos de desplegar tropas de ese país en el mar Caribe para perseguir narcotraficantes latinoamericanos.
El ministro colombiano aseguró que la cooperación militar con ese país ha sido vital para la lucha contra grupos armados y la incautación de droga en mares colombianos.
“El despliegue que haga en los diferentes países respetando la soberanía y acorde a los protocolos de cooperación internacional siempre será bienvenido y es clave aquí que la cohesión entre las naciones afecte radicalmente el crimen organizado internacional”, aseguró el ministro Pedro Sánchez.
Entre los firmantes del rechazo figuran Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Pero no hubo consenso porque, Argentina, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guyana, Jamaica, Paraguay, Perú y Trinidad y Tobago optaron por no firmar el comunicado.
Entonces, resulta insólito que por un lado el gobierno de Colombia, ve con buenos ojos que EEUU combata el narcotráfico en el mar Caribe, pero a la vez lo rechaza en la CELAC.