Por Paco Tilla.-
Haciendo un poco de historia y en concordancia con la situación que se vive en Venezuela, la operación de captura de Manuel Noriega por fuerzas estadounidenses en 1989 se conoce como la Invasión de Panamá, no como un secuestro. Noriega, entonces gobernante de facto de Panamá, fue capturado en el contexto de la invasión y posteriormente trasladado a Estados Unidos para ser juzgado por cargos de narcotráfico.
Hoy, ante la posición de la Armada de EEUU con buques desplegados cerca de Venezuela para combatir el narcotráfico en aguas del Caribe, el régimen teme una incursión más allá del mar e incluso miente asegurando que tiene más de 4 millones de milicianos dispuestos a defender a la dictadura, cuando en realidad esa fuerza miliciana no existe, explicaron analistas venezolanos.
El operativo que liberó a los asilados en la embajada de Argentina en Caracas, sin que el régimen se enterara a pesar del férreo control policial en los alrededores, es lo que aumenta el terror de Nicolás Maduro.
La información se filtra por los canales menos sospechados y una fuente fidedigna que conoce los movimientos dentro del Palacio de Miraflores en Caracas y que por seguridad no revelaremos, ha filtrado un dato concreto que ya es comentado en los corrillos internos donde se afirma que Maduro está obsesionado en forma enfermiza con la seguridad y aumenta el séquito de guardaespaldas, mientras con equipos de rastreo pide verificar la presencia de micrófonos constantemente dentro de la sede del gobierno de facto.
Todo está bajo sospecha, se controla hasta la comida de Maduro y su familia. No hay conversaciones en voz alta, se hablan al oído y existe una nueva sala preparada para intentar evitar captaciones de diálogos con equipos de escucha de alta tecnología desde el exterior.
Se ha pedido la ayuda de técnicos extranjeros para neutralizar intentos de intervención de datos del régimen, según datos aportados por los informantes.
Entre los hechos destacables es que Maduro va acompañado por guardaespaldas hasta el baño, que previamente ha sido minuciosamente revisado.
El temor a terminar capturado como Noriega, tiene al gobernante de facto, inquieto y sin poder dormir con tranquilidad, según nuestras fuentes.
Julio Borges: El régimen de Nicolás Maduro está absolutamente asustado
De acuerdo a la información publicada en SEMANA, en una entrevista al expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges.
SEMANA: El régimen de Maduro ha anunciado que va a desplegar milicias, soldados e incluso repartir armas a milicias urbanas. ¿Esto es una señal de desesperación del régimen?
J. B.: El régimen muestra públicamente que está absolutamente asustado, completamente aturdido. Sabe que esto llegó para quedarse y que solo puede aumentar. Es consciente de que ya se cruzó una línea sin retorno.
En otros momentos ha aplicado el mismo guion: movilizar una supuesta base popular que no existe, tratar de mover unas fuerzas armadas que él mismo ha destruido y desmantelado en su capacidad operativa, o llegar a medidas paranoicas como la de hoy: prohibir la importación y compra de drones.
Está completamente acorralado. Igual pasa con Diosdado Cabello, que sigue inventando conspiraciones como lo han hecho decenas de veces. Pero ese guion ya está desgastado, sin efecto en la gente ni en su imagen internacional, que está absolutamente deteriorada.
Lea la entrevista en SEMANA